Las hipotecas ya no están hechas para jóvenes. Su demanda ha crecido un 25% en mayores de 45 años en el último año

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Sergio Delgado

El acceso a la vivienda es uno de los grandes problemas de España. Los jóvenes, principales afectados por la precariedad laboral y el encarecimiento del mercado inmobiliario, se enfrentan a serias dificultades para obtener financiación.

Y mientras tanto, un perfil de comprador concreto emerge con fuerza: personas de más de 45 años que buscan una vivienda en propiedad y cuentan con una estabilidad financiera que les permite afrontar el compromiso de una hipoteca.

Durante 2025, el mercado hipotecario español ha experimentado un cambio estructural de calado. Según los últimos datos de Gibobs.com, la demanda de préstamos por parte de mayores de 45 años ha crecido un 25% en el último año, lo que supone un cambio en el mapa tradicional de la financiación inmobiliaria.

La estabilidad económica, los ahorros acumulados y una menor exposición a la temporalidad laboral convierten a este grupo en el nuevo motor del crédito hipotecario.

¿Por qué los mayores de 45 años solicitan más hipotecas?

En el informe elaborado por esta fintech especializada en asesoramiento hipotecario, se revela que los solicitantes entre 45 y 55 años representan ya el 20% del total, mientras que aquellos entre 55 y 65 suponen un 5% adicional.

La edad, por tanto, ha dejado de ser un obstáculo determinante para acceder a un préstamo de vivienda, aunque sigue influyendo en la duración del contrato y en el importe de las cuotas.

Los bancos valoran especialmente la solvencia, la estabilidad profesional y el historial crediticio de estos perfiles.

A diferencia de los compradores más jóvenes, los mayores de 45 años suelen disponer de mayores ingresos o propiedades previas, lo que reduce el riesgo para las entidades financieras.

No obstante, el plazo de amortización se ajusta para que el préstamo quede saldado antes de los 70 o 75 años, lo que puede traducirse en mensualidades más elevadas.

Jorge González-Iglesias Baeza, CEO de Gibobs.com, explica que la edad no impide acceder a financiación, pero sí condiciona las condiciones de la hipoteca. “Los bancos están abiertos a conceder préstamos a este perfil, aunque los plazos se acortan y se requiere una planificación más precisa. Contar con asesoramiento profesional permite comparar ofertas y estructurar la operación de manera más eficiente”.

¿Cómo ha cambiado el importe medio y el tipo de vivienda?

El estudio también muestra un aumento del 11% en el importe medio solicitado, que pasa a situarse en torno a los 187.750 euros. El precio medio de las viviendas adquiridas por mayores de 45 años alcanza los 246.670 euros, un 4% más que en 2024.

Este incremento responde tanto al encarecimiento del mercado como a la preferencia de este segmento por inmuebles de mayor calidad o ubicaciones más consolidadas.

En cuanto al tipo de inmueble, el 85% de las operaciones se realizan sobre viviendas de segunda mano, frente a un porcentaje muy reducido destinado a obra nueva.

Este patrón está vinculado a la escasez de promoción residencial y al incremento de los precios en nuevas construcciones. Además, la mayoría de estas hipotecas (78%) se destinan a la compra de una primera vivienda, aunque un 22% corresponde a segundas residencias o inversiones inmobiliarias.

El perfil medio del comprador en este grupo suele ser el de profesionales con estabilidad laboral, que buscan asegurar su patrimonio de cara a la jubilación o mejorar sus condiciones habitacionales tras años de ahorro.

Este cambio generacional en el crédito hipotecario evidencia que, una vez más, los jóvenes siguen desplazados del mercado debido a los altos precios, la falta de ahorro previo y la dificultad para acceder a contratos indefinidos.

¿Qué papel juega el contexto económico y el Euríbor?

El comportamiento del Euríbor sigue marcando las decisiones financieras de los nuevos hipotecados. Durante 2025, el índice se ha mantenido en niveles moderados tras varios años de subidas, generando cierta cautela entre quienes contratan una hipoteca variable.

En este sentido, los mayores de 45 años tienden a optar por productos a tipo fijo, buscando seguridad y previsibilidad en las cuotas.

La elección entre tipo fijo y variable se ha convertido en una de las decisiones más relevantes al contratar una hipoteca. Para los perfiles de más edad, la estabilidad es una prioridad, ya que los plazos más cortos no permiten compensar posibles subidas de tipos con una reducción significativa del capital pendiente. Sin embargo, quienes planean amortizar el préstamo anticipadamente pueden encontrar ventajas en las hipotecas variables si el Euríbor continúa estable o a la baja.

Según los datos del Banco de España, el porcentaje de hipotecas a tipo fijo se mantiene en torno al 65% del total, lo que refleja la preferencia del consumidor por opciones sin sobresaltos.

¿Qué regiones concentran la mayor demanda?

Las comunidades con más actividad hipotecaria entre mayores de 45 años son Cataluña, Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana, que suman conjuntamente más del 68% de las operaciones.

Por el contrario, regiones como Castilla y León, Galicia o Aragón presentan una demanda más moderada, pero con un crecimiento sostenido.

En definitiva, los los jóvenes siguen enfrentándose a un escenario que les obliga a posponer la compra de vivienda y a depender cada vez más del alquiler. Todo lo contrario a las personas de más de 45 que han tenido más tiempo para ahorrar.

Imágenes | Pixabay, Unplash

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