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El plan de Vox de deportar inmigrantes que copió de Trump: así está ya afectando a EEUU

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Sergio Delgado

Las propuestas de deportación masiva de inmigrantes, la cara de la política migratoria más dura de Donald Trump, parece haber calado en Vox. El partido presidido por Santiago Abascal, defiende que es la única forma de preservar el orden y garantizar el empleo para los ciudadanos españoles.

Sin embargo, la realidad de lo que ya sucede en Estados Unidos ofrece una advertencia notoria: estas estrategias tienen consecuencias económicas y sociales profundas, que no solo afectan a quienes son deportados, sino a todo el país. También a los nacionales.

En los últimos años, las redadas masivas y el endurecimiento de las leyes migratorias en Estados Unidos han dejado huella en sectores clave como la agricultura, la hostelería y la construcción. Y es que, si la mano de obra desaparece, la producción cae y las comunidades sufren las divisiones derivadas de estas políticas.

Sectores paralizados por la falta de trabajadores

En ciudades como Los Ángeles, los efectos ya son visibles. El distrito textil, tradicionalmente lleno de trabajadores latinos, se encuentra semivacío tras las redadas del ICE.

Los pasillos de tiendas y mercados muestran una ausencia evidente de los inmigrantes que antes eran la base de estos negocios. El plan de Vox de deportar inmigrantes que copia de Trump, si se aplicara, podría provocar situaciones similares en las zonas agrícolas de España, donde muchos trabajadores temporales extranjeros mantienen las cosechas a tiempo y los precios bajo control.

En el sector agrícola estadounidense, productores de leche en Texas y cultivadores de cebolla en Idaho relatan la misma historia: cada vez es más difícil encontrar suficiente personal para mantener las explotaciones operativas.

La mano de obra extranjera, muchas veces sin papeles, supone cerca del 40% de la fuerza de trabajo en el campo estadounidense. El plan de Vox podría estar subestimando el impacto que tendría en la producción y, por ende, en los precios de los alimentos.

Impacto económico medible

Los datos muestran que las deportaciones masivas tienen consecuencias económicas claras. En California, por ejemplo, se estima que las políticas más duras podrían suponer una pérdida de hasta 275.000 millones de dólares en producción económica y 23.000 millones anuales en ingresos fiscales.

En España, muchas microempresas y sectores con alta demanda de mano de obra dependen en gran medida de trabajadores inmigrantes.

Además, la incertidumbre creada por la política migratoria agresiva afecta también en EEUU a quienes sí tienen permisos en regla. Muchos trabajadores legales están optando, al menos de momento, por no presentarse a trabajar por miedo a ser detenidos por error o a ser interrogados.

Tensión social y oposición ciudadana

Las protestas también han crecido en Estados Unidos a medida que las tácticas de las redadas se intensificaban. En ciudades como Los Ángeles, miles de personas han salido a las calles para denunciar las medidas del ICE y la Guardia Nacional. De aplicarse en España, también podría provocar un aumento de la polarización social, donde ya existen divisiones marcadas en torno al tema de la inmigración.

Incluso dentro de la propia administración estadounidense, las posturas no siempre coinciden. Mientras algunos asesores promueven la mano dura, otros, más próximos al sector agrícola, reconocen la necesidad de trabajadores extranjeros para mantener las industrias esenciales en funcionamiento. El debate, una vez más, está servido.

Reformas pendientes y alternativas

Las voces en Estados Unidos que piden una reforma migratoria integral son cada vez más numerosas. Agricultores, asociaciones hoteleras y organizaciones civiles reclaman una vía legal para que los trabajadores indocumentados puedan regularizarse y seguir contribuyendo a la economía.

En el campo estadounidense, muchos productores han tenido que renunciar a cultivos enteros por falta de personal, mientras que otros han optado por pagar sumas elevadas para traer trabajadores temporales con visado, un proceso largo y costoso que aumenta los precios.

El debate sobre la inmigración sigue siendo complejo y polarizado, pero la experiencia estadounidense demuestra que las políticas extremas generan más problemas que soluciones.

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