Cataluña prestará dinero para pagar la entrada de vivienda. La experiencia dice que es una mala idea económica

Cataluña prestará dinero para pagar la entrada de vivienda. La experiencia dice que es una mala idea económica
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La Generalitat de Cataluña ha anunciado un nuevo programa de préstamos sin intereses destinado a ayudar a los jóvenes a pagar la entrada de su primera vivienda. Salvador Illa, presidente de la Generalitat, ha presentado esta medida, que es pionera en su formato, con el objetivo de  facilitar el acceso a la propiedad en un contexto de precios elevados y dificultades de emancipación.

Sin embargo, los primeros análisis por parte de economistas y especialistas inmobiliarios apuntan a una preocupación recurrente: este tipo de ayudas, centradas exclusivamente en la demanda, pueden alimentar nuevas tensiones en los precios si no van acompañadas de un incremento real en la oferta de vivienda asequible.

Una medida inédita

En este sentido, la experiencia en otros territorios, tanto en España como en Europa, sugiere que intervenir sobre la entrada sin tocar las causas estructurales del problema (o sea, escasez de suelo público, salarios bajos, regulación limitada del alquiler) puede tener efectos contraproducentes.

El programa, denominado Préstecs Emancipació, movilizará 500 millones de euros entre 2025 y 2029. Su objetivo es financiar hasta el 20 % del valor de compra de una vivienda, con un límite de 50.000 euros por persona. Los beneficiarios deben tener entre 18 y 35 años, estar empadronados en Cataluña, y acreditar ingresos inferiores a los umbrales establecidos por la convocatoria (en torno a 80.000 euros anuales, dependiendo del número de solicitantes).

El préstamo será sin intereses y no comenzará a devolverse hasta que se amortice por completo la hipoteca principal. Esto permitirá, en teoría, al comprador afrontar la entrada sin necesidad de un ahorro previo importante y, a su vez, la devolución podrá extenderse hasta 30 años. Además, la vivienda adquirida quedará calificada como protegida (VPO) de forma permanente, con limitaciones a su futura venta.

Desde el Gobierno autonómico se ha anunciado que el programa cuenta con la colaboración de entidades bancarias como CaixaBank, BBVA y Banco Sabadell.

Una carrera de obstáculos

Cataluña ha vivido un incremento sostenido del precio de la vivienda durante los últimos años, especialmente en Barcelona y su entorno metropolitano. Esto ha convertido la entrada inicial —normalmente el 20 % del precio de compra más gastos— en una barrera infranqueable para buena parte de la población joven.

La Generalitat enmarca esta medida dentro de un plan de vivienda más amplio, dotado con 4.400 millones de euros hasta 2030, cuyo objetivo es incrementar de forma significativa el parque público de viviendas y promover más de 50.000 pisos de protección oficial.

Precedentes conocidos

La idea de facilitar la entrada a través de financiación pública no es nueva. Comunidades como Murcia han impulsado programas de aval para jóvenes, aunque su alcance ha sido limitado. A nivel estatal, el programa de avales ICO pretende cubrir parte de la entrada, pero no ofrece préstamos directos.

En países europeos como Alemania, Países Bajos o Austria, las políticas de acceso a la vivienda se centran más en la promoción del alquiler asequible y la construcción pública, con un enfoque menos orientado a la compra y más a garantizar un techo estable sin necesidad de endeudamiento.

Si bien la medida puede aliviar puntualmente las dificultades de acceso, ya se ha advertido de sus riesgos estructurales.La evidencia acumulada sugiere que este tipo de ayudas, si no se acompañan de un aumento claro de la oferta, pueden terminar generando el efecto contrario al deseado: elevar aún más los precios.

De hecho, el Banco de España ha advertido en distintos informes sobre el efecto inflacionario de las ayudas a la demanda cuando no van ligadas a una política de suelo y construcción pública ambiciosa. Según cálculos del Consejo General de Economistas, medidas similares aplicadas en otros contextos no han conseguido reducir la presión sobre los precios y, en cambio, han incrementado el endeudamiento de los hogares.

En este sentido, el nuevo programa catalán responde a una necesidad real: el bloqueo del acceso a la vivienda para los jóvenes. No obstante, las lecciones del pasado sugieren que inyectar liquidez en un mercado ya tensionado puede tener efectos contraproducentes si no se acompaña de reformas profundas. El tiempo dirá si esta medida es un alivio efectivo o un parche con costes a largo plazo.

Foto: Wikimedia

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