
En la actualidad existen Productos Cotizados sobre inversiones temáticas de los aspectos más diversos: vacunas y enfermedades infecciosas, el metaverso, el hidrógeno, el uranio y los componentes nucleares, los dragones chinos, la cadena de bloques…
Son, de hecho, una de las grandes bazas dentro del campo de la inversión alternativa. Con estos Productos Cotizados, puedes encontrar tanto un complemento como un sustituto para las formas más habituales de colocar el dinero.
¿Se puede romper la monotonía en las inversiones?
Muchos son los que se apuntan a lo más monótono. Quizá, si son muy aversos al riesgo, coloquen su dinero en depósitos, seguros de ahorro, fondos de inversión y planes de pensiones de renta fija… Si son un poco menos conservadores, es probable que se animen a alternativas como las acciones bursátiles, los índices basados en ellas, los fondos mixtos…
En general, no salen de este tipo de inversiones por miedo y falta de conocimiento. Adentrarse en otros mundos exige un proceso de aprendizaje y un seguimiento continuado de los datos necesarios.
Junto a este tipo de inversor más tradicional hay otro que siente interés o necesidad de probar con otras alternativas. Busca lo diferente porque, o bien casa adecuadamente con otros elementos de su cartera, o bien le permite encontrar algo distinto.
En cualquier caso, ese camino de inversión alternativa exige un doble aprendizaje. Por un lado, adquirir conocimientos financieros; por el otro, realizar un profundo estudio de su situación personal. En cierto modo, todas esas enseñanzas también forman parte de los costes y beneficios de estas inversiones.
¿Cuáles son las principales inversiones alternativas?
Por un lado, por supuesto, existe la opción de invertir físicamente en cualquier clase de activos. Aquí podríamos hablar de inversiones en materias primas o divisas, pasando por inmuebles o toda clase de inversiones empresariales, entre otras.
Una segunda opción es la de realizar contratos que implican operaciones financieras sobre esos mismos activos. En ese sentido, una opción habitual es la de los derivados financieros Over The Counter (OTC). Estos se negocian directamente entre las partes con unas condiciones muy concretas. Por ejemplo, acuerdas con una entidad financiera que vas a pagar una prima por tener el derecho de poder adquirir a un determinado precio en una fecha fijada una materia prima.
Junto a ellos, también existen derivados financieros que se negocian en los mercados de capitales. Son semejantes, pero tienen la diferencia de que surgen por una emisión pública y se pueden comprar y vender en el mercado.
Como es lógico, este tipo de operaciones tampoco es habitual entre los particulares. En su lugar, suelen emplearse Productos Cotizados, que tienen semejanzas con los anteriores, pero también sus propias características:
- Sus condiciones no se negocian antes de cada operación. En su lugar, se realizan emisiones en los mercados financieros organizados.
- Gozan de una gran liquidez. Si quieres venderlos, no tienes que encontrar tú el comprador, sino que lanzas una orden de venta en el mercado.
- Además, existen creadores de mercado que garantizan la liquidez, comprometiéndose a comprar o vender a unos precios dados. Normalmente, habrá una pequeña horquilla entre ambos, que refleja el rendimiento que obtiene como intermediario. De este modo, tanto compradores como vendedores saben que es más fácil encontrar contraparte —el creador de mercado, en última instancia—.
¿Por qué invertir sin poseer ni dirigir directamente los activos?
Está claro que una oportunidad de inversión es hacerlo físicamente. Por ejemplo, si tienes interés en comprar un metal, podrías hacerte con piezas de ese material. Para ello, deberías contratar transportes, seguros, realizar gestiones aduaneras, pago de impuestos, operaciones logísticas… Una vez lo tienes, habrá que decidir qué hacer con ese activo del que pretendes obtener una rentabilidad.
En general, este enfoque es útil cuando el activo que se quiere poseer —unas acciones, una materia prima, un inmueble...— va a participar en una actividad empresarial que quieres dirigir por ti mismo.
Sin embargo, otras personas y entidades no tienen un interés directo en organizar cómo va a participar ese activo en la actividad empresarial. Por el contrario, solo pretenden realizar contratos financieros relacionados con esos activos para obtener una rentabilidad. Esto es muy habitual entre los particulares y también entre empresas del sector financiero.
Esto permite que existan muchos tipos de instrumentos financieros donde invertir corriendo riesgos distintos y aspirando a beneficios diferentes. Cada uno se adapta a su contexto particular.
Uno de los ejemplos más ilustrativos lo constituyen las inversiones temáticas —como las relacionadas con las vacunas, el hidrógeno, el metaverso, etcétera—. La mayoría de los interesados en ellas no pretenden adquirir una posición que les permita participar en las decisiones empresariales de esos sectores. Por el contrario, buscan características financieras que permitan optimizar sus carteras conforme a la evolución del entorno.
De hecho, es una alternativa de inversión más accesible. Pensemos, por ejemplo, en quienes tienen dinero suficiente como para adquirir una participación importante en una empresa emergente. Normalmente, ello implicará negociaciones e, incluso, el pago de una prima por toma de control del negocio. Sin embargo, con Productos Cotizados, pueden ‘subirse a un tren ya en marcha’.
¿Por qué los inversores profesionales usan instrumentos más sofisticados?
Los profesionales utilizan inversiones alternativas, como las relacionadas con derivados, activos físicos o divisas y criptodivisas por varios motivos. Y hasta podemos resumirlos en uno: permiten obtener características concretas para sus carteras que no les proporcionan otras alternativas más tradicionales.
En primer lugar, permiten gestionar mucho mejor los riesgos. Por ejemplo, una opción de venta puede ser empleada como cobertura. Con ello, buscan un precio mínimo de venta de un activo subyacente que poseen. Sin embargo, cuando no tienen en su cartera dicho subyacente, sirve para todo lo contrario. Es decir, para incrementar los riesgos. Realizan una inversión muy apalancada en la que con una pequeña cantidad pueden ganar mucho, pero con la que también se enfrentan a la posibilidad de perder todo lo invertido.
También hay instrumentos y operaciones financieras que permiten jugar con la liquidez de tus inversiones. La mayoría de las inversiones alternativas representan derechos para intercambiar bajo ciertas condiciones alguna clase de activo por dinero. En función de las cláusulas de esos contratos, pueden mover tu tesorería de una forma activa a lo largo del tiempo.
Otro aspecto importante es que permiten ligar los movimientos de tus carteras a diferentes clase de noticias. Por ejemplo, si colocas dinero en fondos de renta fija, los principales condicionantes de su evolución son los tipos de interés y todo aquello que afecte a las finanzas públicas o corporativas. Por el contrario, si realizas inversiones ligadas al metaverso aparecen factores ligados a la tecnología, los cambios productivos y de consumo, etcétera.
Finalmente, otro aspecto muy importante es que los inversores profesionales deben saber defenderse tanto en entornos alcistas como bajistas. Cuando la economía va bien, casi todo tiende a subir. Sin embargo, en períodos de crisis, volatilidad o simplemente de movimientos laterales en los mercados financieros, deben buscar otras posibilidades para encontrar rentabilidad.
¿Qué oportunidades ofrecen los Productos Cotizados de Société Générale?
Entre las oportunidades más destacadas figuran las siguientes:
- Invertir en activos muy flexibles. Puedes tener una variedad de Productos Cotizados con el mismo subyacente y, sin embargo, con condiciones muy diferentes. Un ejemplo muy ilustrativo es el de los warrants put y call. Mientras el primero te ofrece la posibilidad de vender a un precio determinado, el segundo te permite poder comprar pagando un importe prefijado.
- El potencial de rentabilidad es más elevado que en las inversiones tradicionales. No obstante, esto viene asociado a un riesgo aumentado que reclama conocimiento y vigilancia.
- Son totalmente líquidos, ya que Société Générale, además de como emisor, actúa como creador de mercado para garantizar la liquidez. Además, puedes negociarlos en OTC, sin comisiones ligadas a la Bolsa, de 8.00 a 22.00 h., de lunes a viernes, a través de Renta4, Trade Republic y DEGIRO. Y también es posible negociarlos a través de los miembros de la Bolsa de Madrid.
En definitiva, son herramientas de interés para muchos inversores, siempre que tengan el conocimiento suficiente, sean conscientes de los riesgos y la información del producto cotizado y mantengan sus posiciones bajo vigilancia.
La inversión en Productos Cotizados requiere una vigilancia constante de la posición. Los Productos Cotizados comportan un alto riesgo si no se gestionan adecuadamente. Existe la posibilidad de que el inversor pierda la totalidad de su inversión. Antes de invertir, los inversores deben consultar el KID, el Folleto Base y las Condiciones Finales del producto disponibles en https://bolsa.societegenerale.es/.
Imágenes y materiales | Société Générale, Unsplash (Igor Omilaev)