Ayer propusieron las Cámaras de Comercio una reforma impositivas para salir de la crisis, que consistían básicamente en rebajar los impuestos directos a empresas y trabajadores (IRPF y cotizaciones sociales) y una subida del IVA de dos puntos porcentuales.
La medida, según explican, pretende incentivar la generación de empleo y al mismo tiempo tener pocas repercusiones en la recaudación del Estado, debido al incremento del IVA. ¿Realmente una reforma en ese sentido sería beneficiosa para la economía?
Ya desde el Gobierno se ha argumentado el principal defecto del plan: una subida del IVA en estos momentos detraería aún más el consumo. Esto puede ser muy perjudicial para la economía. Además, si se llegara a confirmar esta bajada adicional de consumo, al final el Estado recaudaría menos, con lo que el peligroso déficit fiscal que ya tenemos se agrandaría más.
Así que por un lado la medida puede que estimule la creación de empleo, pero podría arrastrar aún más el consumo al abismo, con lo que realmente no se generaría empleo y además se empeoraría el déficit fiscal.
¿Es esa la forma de salir de la crisis? ¿Aumentando, en estos momentos, el peso de los impuestos indirectos? ¿Qué piensan nuestros lectores?
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Vía | El País
Imagen | rahego