Andalucía tiene sus universidades públicas prácticamente gratuitas: una mala idea
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Andalucía tiene sus universidades públicas prácticamente gratuitas: una mala idea

Las universidades públicas de Andalucía estrenan este curso un curioso sistema de bonificación de precios: los que aprueben una asignatura no tienen que pagar otra en el curso siguiente. Lo que antes se reservaba para alunos que sacaran Matrícula de Honor ahora se extiende a los que logren un 5,0. ¿Cuál es la consecuencia? Que los alumnos que logren aprobar todas las asignatura a la primera solo tienen que pagar el primer curso universitario, el resto de cursos son gratuitos.

Este sistema se extiende también a los Máster, cuyos precios son sensiblemente superiores a los cursos de grado. Para evitar un "efecto llamada" la Junta de Andalucía exige el pago del primer curso completo, y por tanto si el alumno proviene de una universidad de fuera de dicha Comunidad Autónoma el beneficio sería muy escaso.

La medida en sí parece muy interesante ya que permite que los estudios universitarios sean más accesibles. De hecho las matriculaciones en los máster se han disparado un 30%. Pero lo cierto es que es una mala idea, aunque pueda parecer contra-intuitivo.

El gasto en universidades es regresivo

El principal problema es que el gasto público en Universidades es profundamente regresivo. La mayoría de los alumnos que llegan a la universidad son de clases medias y altas que no tienen necesidad de una subvención a los estudios. Si el dinero público fuera infinito la medida no estaría mal, pero no lo es, y dedicar recursos a quien no lo necesita los retrae de otros sitios donde son realmente necesarios.

Algunos se preguntarán si encarecer la universidad no es una medida que impide el famoso ascensor social, ya que obtener estudios universitarios es la mejor forma de progresar de niveles de renta bajos a altos. Y la respuesta es "no", siempre que exista un sistema amplio de becas por renta no debería ser un problema.

El sistema de becas en España no es suficiente y en lugar de ampliarse algunas Comunidades deciden hacer un "café para todos" que expande el gasto de forma indiscriminada y regresiva. Es el llamado "suelo de cristal", algo que logran hacer las clases medias y altas: sus hijos nunca bajan de dicha clase social, se aseguran, aunque sea a costa de otros, que sean exitosos.

¿Y dónde es necesario concentrar el gasto? Parece claro que en España tenemos un problema con la pobreza relativa (a pesar de las críticas a su definición) y de caída de los salarios más bajos. A pesar del relato predominante la crisis no se ha centrado en la clase media sino en la baja y hay que dedicar dinero público a paliar este problema y no otros inexistentes.

¿Cómo sería un sistema universitario ideal?

Lo ideal sería que la Universidad Pública en España tuviera unos precios que representaran en gasto real del Estado en las Universidades. La subvención vendría únicamente en el caso de que el alumno o su familia tenga una renta baja. Para rentas medias se podrían ofrecer préstamos que se pagarían una vez el alumnos saliera al mercado laboral.

Todo esto liberaría recursos para gastarse precisamente donde se empiezan a producir las diferencias en rendimiento académico: los primeros años de enseñanza. Esto sí que sería un gasto progresivo, donde los que más tienen más financian y menos reciben.

Sin embargo este sistema sería muy poco popular, ya que según aumenta la renta aumenta también la participación en política. Al final los que fijan la agenda son los votantes y retraer recursos de las familias con rentas medias y altas en favor de las rentas bajas sería un suicidio político que bien los saben los partidos. Y es que en España tenemos un Estado del Bienestar excesivamente centrado en las clases medias y altas y poco en las bajas. El gasto se centra no realmente en quien lo necesita sino en los contribuyentes, para hacer los impuestos más digeribles.

Imagen | fercruzbel

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