No corren vientos a favor de la economía española. Si en los últimos días el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó por primera vez desde 2013 sus previsiones para España, este fin de semana ha sido el propio ministro Luis De Guindos el que ha constatado la desaceleración económica de nuestro país.
El contexto es de desorden político total: llevamos con un gobierno en funciones sin potestad para ejecutar reformas desde las pasadas elecciones generales, situación que presumiblemente va para largo.
Sin embargo, no está claro si el empeoramiento en las previsiones de crecimiento de nuestro país se debe a este hecho o si por el contrario es consecuencia de la desacelaración de la economía mundial y del encarecimiento del precio del petróleo.
Las previsiones del FMI
Esta imagen de El País deja poco lugar a dudas: el crecimiento de la economía española irá a menos durante los próximos años, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El PIB crecerá en 2016 un 2,6 %, una décima menos de lo que la institución presidida por Lagarde calculó el pasado mes de enero y ocho menos que en 2015. En 2017 el crecimiento será del 2,3 % y en 2018 bajaría hasta el 2 %. La tendencia continúa siendo descendiente los años siguientes: 1,9 % en 2019, 1,8 % en 2020 y 1,6 % en 2021.
No obstante, es importantes señalar que la economía española no será la única que irá a menos durante los próximos años. Además, nuestra economía seguirá siendo una de las que más crezca de la zona euro. En Alemania, Francia o Italia, por ejemplo, el crecimiento en 2016 oscila entre el 1 % y el 1,5 %.
En lo que se refiere a la evolución del paro, el FMI apenas varía sus previsiones anteriores y señala que este irá a menos en los próximos años, aunque la reducción será muy, muy lenta. 2016 se cerrará con una tasa de paro del 19,7 % (dos décimas menos que en el anterior pronóstico). En 2017 se reducirá al 18,3 % y a partir de ahí seguirá menguando hasta alcanzar el 15,7 % en 2021.
En relación a la evolución del déficit público, la realidad ha sido aún peor de lo previsto por el FMI: 2015 se cerró con un desajuste del 5 %, dos décimas peor de lo pronosticado por esta institución y cuatro décimas por encima de lo pactado con Bruselas. En este sentido, las previsiones del FMI se quedan atrás, pues vaticinaban un desfase del 4,5 % en 2015, del 3,4 % en 2016 y del 2,5 % en 2017, muy alejadas de la realidad.
Sobre la deuda pública, el FMI estima que cerrará 2016 exactamente igual que en 2015, esto es, en el 99 % del PIB. A partir de ahí las correcciones año a año serán muy leves: 98,5 % en 2017, 97,6 % en 2018, 96,2 % en 2019, 94,6 % en 2020 y 92,8 % en 2021. Si los tipos de interés vuelven a subir, ya podemos temblar.
Las previsiones del Fitch
Fitch también ha revisado en las últimas semanas sus previsiones económicas sobre España, llegando a conclusiones muy parecidas a las del FMI. En concreto, la agencia de calificación crediticia señala que la economía española crecerá a un ritmo del 2,6 % en 2016 (coincidiendo con su anterior previsión) y del 2,2 % en 2017 (una décima menos).
En lo que se refiere a la evolución de la tasa de paro en España, el gran drama nacional, desde Fitch esperan que esta siga reduciéndose poco a poco durante todo 2016, hasta situarse en el 20 % en 2017, con tendencia decreciente durante los años siguientes.
Como ya hiciera hace tres meses, Fitch advierte de que la incertidumbre política, traducida en ausencia de reformas estructurales, podría dañar la confianza en la economía española, lo cual tiene repercusiones evidentes sobre la marcha económica del país.
¿Y qué opinan desde el Gobierno en funciones?
Como era de esperar, este clima de empeoramiento de previsiones ha tenido eco en Moncloa. Mañana martes está previsto que el Gobierno presente su nuevo cuadro macroeconómico, que reflejará la desacelaración económica global y que situará las previsiones del Gobierno español en la misma línea que las del Fondo Monetario Internacional.
No obstante, el pasado fin de semana, el ministro de Economía, Luis De Guindos, adelantó dichas estimaciones, anunciando que el Gobierno había rebajado las previsiones de crecimiento económico del país al 2,7 % para este año y al 2,4 % para el próximo.
Como recordarán, en el anterior cuadro macro del Gobierno se reflejaba un crecimiento de la economía española del 3 % en 2016 (tres décimas más que la actual previsión) y del 2,9 % en 2017 (cinco décimas más). Hoy por hoy estas previsiones parecen ciencia ficción.
Pese a este recorte en los pronósticos, De Guindos ha resaltado que la economía española sigue siendo la que más crece de entre las grandes economías avanzadas. Además, señaló que se espera que nuestro país sea capaz de crear cerca de 900.000 puestos de trabajo en 2016 y 2017.
Falta de gobierno o desaceleración global, ¿quién es el responsable?
La ausencia de gobierno pesa mucho a la hora de realizar unas previsiones económicas. Desde que se celebraran las pasadas elecciones generales y ante la incapacidad de los distintos grupos políticos por formar gobierno, España tiene un Gobierno en funciones sin capacidad para adoptar medidas económicas de calado ni proponer reformas, más que necesarias. Esta situación de "stand-by" temporal pesa como una losa sobre la confianza en nuestra economía.
Sin embargo, la desaceleración de la economía mundial y el encarecimiento del precio del petróleo es un hecho incuestionable. No en vano, pese al frenazo previsto de la economía española, la nuestra sigue siendo una de las que más crece entre los países de la zona euro, situación que seguirá manteniéndose durante los próximos años a pesar de la rebaja de previsiones.
Como ya advertimos hace unas semanas, cuando explicábamos que la economía española se estancará en 2016 y 2017, el papel para el nuevo gobierno que salga de las cada vez más probables nuevas elecciones generales será complicado, pues entre otras cosas tendrá que ejecutar durísimos recortes para evitar que dicho estancamiento no se traduzca en una nueva recesión económica.
En El Blog Salmón | La economía española se estancará en 2016 y 2017: difícil papeleta para el nuevo Gobierno
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