La ONG Transparencia Internacional publicó ayer su Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) correspondiente al año 2013, el cual se basa en la opinión de expertos sobre la corrupción en el sector público de 177 países del mundo y en el que España no ha salido demasiado bien parada.
Nuestro país ha sido, tras Siria, el país donde más ha aumentado la sensación de corrupción durante el último año. Si en el anterior IPC de 2012 España obtuvo 65 puntos sobre 100 y ocupaba el puesto 30 entre los 176 países analizados, en esta ocasión la puntuación ha disminuido 6 puntos, hasta los 59 puntos, y hemos descendido 10 puestos en el citado Índice, hasta el puesto número 40 del ranking global. Entre las razonas que justifican este aumento de la sensación de corrupción en nuestro país, Transparencia Internacional destaca las siguientes:
- Los sistemas de control se han mostrado más eficaces y han aflorado muchos más casos.
- Las denuncias de los medios de comunicación y el relevante eco social han generado un estado de indignación generalizado en la sociedad.
- La lentitud de las sanciones penales.
- La baja intensidad de las penas en casos de corrupción relevante.
- La expansión de los escándalos a las instituciones clave del Estado.
- La sensación de impunidad.
Con todo, España ocupa el peor puesto del ranking entre los países de la Unión Europea, situación por la que deberíamos llevarnos las manos a la cabeza y que nuestros políticos deberían convertir en razón de estado y resolver de inmediato. Sin embargo, en el país de las prescripciones, los indultos y en que cada partido político encubre a los suyos y acusa al adversario, quizás exigir soluciones sea demasiado utópico.
A nivel global, los países con mejores resultados (menos corruptos) en este IPC 2013 han sido Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia y Noruega. En el otro lado de la balanza, los países en los que la sensación de corrupción es mayor son Somalia, Corea del Norte, Afganistán, Sudán y Sudán Sur.
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