El anuncio de que el ministro de Industria, Miguel Sebastian, se reunió con los altos directivos de Nissan para tratar el tema de su reducción de empleo me llamó la atención, aunque no por la misma razón que los que están saliendo en la prensa.
Obviamente muchas de las críticas pasan porque ha sido demasiado débil con la empresa que seguirá su camino de reducción de empleo. Incluso algunas críticas sobre que no consideró el tema suficientemente importante como para subirse a una avión y reunirse directamente.
En un libre mercado, las empresas deben tener flexibilidad con su nivel de empleo y en un sector tan complicado, pues aún más.
A mi me llamó la atención su forma de reunirse, la vídeo-conferencia.
Hace tiempo que esta tecnología está disponible y, con las conexiones más buenas, es cada vez más real y flexible.
Ahorra dinero, ahorra tiempo, protege el medio ambiente, cumple con los objetivos de comunicación, incluso los visuales. La sorpresa es que las empresas no lo están utilizando más.
Es verdad que hay muchas reuniones donde es importante el apretón de manos. Pero esas son el porcentaje pequeña, el resto de reuniones normales pueden tratarse de esta todavía nueva forma de comunicación.
Yo recuerdo hace unos años cuando utilizábamos estos sistemas y los retrasos eran tantos que parecía que todos tartamudeábamos. Ahora ya no es el caso y lo podemos hacer incluso en nuestros ordenadores personales.
Ya es hora que más empresas sigan este camino.
Sólo falta que alguien monte una especie de locutorio de vídeo-conferencia para las empresas. Seguro que funcionaría.
Vía | RTVE