No han habido sorpresas. Tal y como esperábamos, el Consejo de Ministros del pasado viernes despejó el camino para que Alfredo Sáenz siga ejerciendo su profesión como banquero. El Gobierno incorpora de esta forma al marco jurídico español las recomendaciones de la Autoridad Bancaria Europea y otorga al Banco de España el poder de decisión final para determinar si una persona condenada puede dirigir un banco.
Debemos recordar que Alfredo Sáenz fue condenado a tres meses de arresto por un delito de acusación falsa cuando presidía Banesto. Sin embargo, el Gobierno de Zapatero le concedió un bochornoso indulto que permitió a Sáenz marcharse con las manos limpias y seguir ejerciendo como consejero delegado de Santander, indulto que fue anulado parcialmente por el Tribunal Supremo el pasado 20 de febrero. La normativa aprobada genera una gran polémica porque está considerada como el salvavidas que puede impedir la inhabilitación de Alfredo Sáenz. De no haber sido aprobada es posible que este señor se hubiese visto obligado por la presión mediática a tener que abandonar su puesto en el Banco Santander. Sin embargo, la pelota está ahora en el tejado del Banco de España, que será quién finalmente decida sobre la inhabilitación de Sáenz.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones al respecto de este tema, lo más seguro es que todo quede en nada. El Santander tiene demasiado peso en este país y es muy probable que al Banco de España le tiemble finalmente el pulso cuando llegue la hora de su pronunciamiento. De ser así, un condenado por la justicia saldrá impune de su condena y seguirá tomando decisiones importantes desde la entidad financiera más importante del país.
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