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Ni la Iglesia Católica ni el Islam: esta es la religión de los 200.000 millones de dólares

Iglesia Mormona
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Javier J Navarro


En 2019 el periódico Wahsington Post publicó que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (conocida como los mormones) gestionaba un fondo de 100.000 millones de dólares. Esa riqueza superaba a la riqueza de la Universidad Harvard, aunque estaba por debajo de la entonces persona más rica del mundo (Bill Gates).

 

Según algunas estimaciones la riqueza de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia SUD a partir de ahora) supera los 200.000 millones de dólares y se estima que alcance el billón entre 2040 y 2045, dependiendo de la rentabilidad de las inversiones. Eso hace que la Iglesia SUD sea más rica que Iglesias conocidas por su riqueza, como la Iglesia Católica Alemana, la Iglesia Católica Francesa o el Setad (la organización paraestatal que controla la política y las principales empresas de Irán). Es decir, salvo que consideremos a toda la Iglesia Católica en su conjunto (incluyendo el Vaticano) la Iglesia SUD es la religión más rica del mundo.

 

Fuentes independientes estiman que su valor neto ronda los 200–300 mil millones de dólares, gracias a un amplio portafolio inmobiliario, inversiones bursátiles, empresas subsidiarias, medios de comunicación, centros educativos, ranchos, bienes raíces, etc.

 

La fabulosa riqueza de los mormones

Un análisis reciente calcula que unos 206.000 millones de dólares están invertidos en reservas o inversiones, lo cual podría, entre otras cosas, soportar las operaciones de la iglesia durante más de tres décadas sin depender exclusivamente de donaciones directas de sus fieles. Para que nos hagamos una idea eso no es posible para instituciones extremadamente ricas, como la Universidad Stanford, Google, Nvidia o Apple.

Las finanzas de la Iglesia SUD son tan sofisticadas que en algún momento han necesitado analistas cuantitativos (especialistas en la valoración de productos financieros complejos). Además gracias a ser una institución religiosa, no tienen que pagar impuestos.

 

¿Cómo son tan ricos los mormones?

Lo primero a destacar es que si la Iglesia SUD es bastante rica, sus miembros no son ricos per se (de hecho, aunque figuras como Stephen R Covey u Orson Scott Card autores de bestsellers o exitosos empresarios como Mitt Romney sean miembros de la Iglesia SUD, no destacan mucho). 


Los miembros de la Iglesia SUD tienen que pagar el 10% de sus ingresos a su creencia, entre otras cosas pagar el diezmo es imprescindible para acceder al templo. Eso ha convertido a que la Iglesia SUD como organización tenga una fuente de ingresos notable, que junto con las inversiones la ha convertido en una organización extremadamente rica.

 

La Iglesia SUD tiene una fuerte influencia sobre el estado de Utah, que aunque no controla, si ha conseguido que mucha de su normativa se les adapte. No llega al punto de la Ciudad del Vaticano, que es un estado controlado por la Santa Sede, pero tampoco se pueden quejar de la influencia que tiene sobre Utah. Y es que hay mormones en Utah desde antes de Utah que fuera parte de EEUU.

 

Los mormones tuvieron que abandonar lo que hoy es el noreste de EEUU por ser perseguidos. Al principio la práctica de la poligamia (algo que abandonaron hace más de un siglo) les hizo ser mal vistos. El tener que adaptarse para sobrevivir en el mundo está en el ADN de la Iglesia SUD.

 

De hecho algo que sucede con la obsesión actual de la Iglesia SUD es de controlar la imagen proyectada al resto de la humanidad, pero especialmente por los demás  estadounidenses. No solo por captar más feligreses, sino también por ser tolerados y autorizados para poder seguir con su fe (tuvieron problemas en su fundación). La Iglesia SUD intenta mostrar su vocación familiar y la laboriosidad de sus miembros como imagen pública.


Hoy en día la Iglesia SUD está extendida fuera de EEUU: Francia, Reino Unido, México, Japón e incluso en España. De hecho en España hay más miembros de la Iglesia SUD que del Opus Dei.

Ejecutivos en la fe

En los años 70 la Iglesia SUD empezó a añadir a hombres de negocios y políticos a su directiva que trajeron conocimientos de gestión y de inversión. Entre ellos al magnate canadiense del petróleo Eldon Tanner o a John Williard Marriott, fundador de la cadena de hoteles con su nombre. Estos miembros profesionalizaron la gestión de la Iglesia SUD como una empresa bien gestionada. Los templos son llamativos arquitectónicamente hablando y se colocan en lugares con visibilidad. Las finanzas se controlan, así como las actividades de los misioneros.

 

Además se gastará sólo un porcentaje del dinero que ingresa, invirtiéndose el resto en activos financieros y bienes raíces. El objetivo era tener un fondo por si vinieran vacas flacas. La combinación del diezmo, la laboriosidad de sus miembros, la buena gestión y los años felices de Wall Street con las “Reagonomics” de los años 80 favorecerán a la Iglesia SUD para convertirse en una institución muy rica. Hombres de negocios siguen incorporándose a la dirección de la Iglesia SUD, lo que hace que siga siendo una institución muy bien gestionada.

 

Los mormones no pararon en los años 80, sino que han seguido discretamente hasta que en 2019 salió publicada la noticia sobre la riqueza de la Iglesia SUD y su brazo de inversiones, Ensing. El fondo Ensign Peak Advisors actualmente gestiona 124.000 millones de dólares. Eso les supuso un problema de imagen pública, ya que el público empezó a preguntarse para qué necesitaba tanto dinero esta gente. En 2023 el organismo regulador del mercado de acciones de EEUU (la SEC) les multó por no declarar correctamente sus activos, pero no ha habido ninguna consecuencia más allá.

 

En cierto modo no es muy diferente sobre como una persona se hace rica, ahorrar e invertir. La diferencia es que los Mormones han podido poner a trabajar el Interés Compuesto durante más tiempo al ser una institución frente a las personas que tenemos una vida más corta.

 

De hecho la Iglesia SUD subvenciona la matrícula de los miembros en sus universidades, como la Brigham Young University. Les interesa mucho que sean  instituciones prestigiosas y cuyos títulos sean valorados en el mercado laboral, porque sus egresados si pertenecen a la Iglesia SUD acabarán teniendo que pagar el diezmo, que será más cuantioso cuánto más ganen.

 

Obviamente la educación no siempre tiene sentido económico cuando miramos personas en concreto y hay quién abandona la Iglesia SUD, pero muy probablemente tiene sentido económico cuando lo vemos en conjunto, especialmente en EEUU.

 

La Iglesia SUD desde estas noticias ha entendido que es una crisis reputación y que deben de centrarse en hacer más obra social e invertir menos. Aunque la mayor parte de sus ingresos/beneficios simplemente se reinvierten y se siguen reinvirtiendo. No están haciendo nada ilegal (no, una multa de 5 millones por no reportar correctamente unos activos no es algo muy exagerado) y probablemente lo hacen porque creen que es el mejor modo de prepararse para la segunda venida de Jesucristo. 


Imagen | Pixabay e IA

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