Cómo robar (con) un banco, desde dentro

Cómo robar (con) un banco, desde dentro
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Os dejo una interesante charla de TED, concretamente de William Black, que lleva por título Cómo robar un banco (desde dentro, tal como es). Yo creo que hubiese sido mucho más acertada la expresión cómo robar con un banco, de ahí mi paréntesis al titular el post.

¿Cambia tanto una preposición el contenido que se quiere transmitir? Yo creo que sí, y me da que el bueno de Blake piensa lo mismo, ya que no me acaba de cuadrar el título de su charla con la esencia de las teorías que lleva tiempo defendiendo, salvo que pretenda evitar que la gente lleve la lógica que defiende a las últimas consecuencias. Pero juzgad vosotros mismos viendo la charla:

En esencia puedo coincidir en gran parte de su planteamiento, salvo en cómo intenta escurrir el bulto de las responsabilidades públicas en la crisis financiera, que circunscribe, en última instancia, a una falta de regulación y supervisión por parte de las autoridades financieras. Lo siento pero no, me remito a algunos de mis posts de un modo genérico, y el caso norteamericano desde luego que no es una excepción. Donde él ve dejadez, yo veo clara intención.

Concretamente podríamos hablar de la Ley de reinversión en Comunidad, pero basta con recordar los orígenes de la explosión inmobiliaria estadounidense, una búsqueda desesperada por parte de Greenspan, de la Administración para la que trabajaba, y de los bancos ¿privados? del sistema por tapar el desastre financiero de las punto com. Una mancha tapa otra mancha.

Dice Blake que ningún regulador monetario animó a ningún banco a dar prestamos de dudosa viabilidad, ni impulsó a nadie a pedirlos. Debe estar de broma. Cuando se produce un alud financiero como el que desata Greenspan, o te subes a la ola o ésta te sepulta vía competencia que se expande. La habilidad está precisamente en saber bajarse justo antes de que se estrelle y/o, como tienen la inmensa mayoría de los actores, contar con un buen salvavidas público basándose en el ínterés general, los riesgos sintéticos, o cualquier otro escudo patrimonial.

Por otro lado los particulares por supuesto que fueron espoleados por la opción de la compra desde los poderes públicos. Sucedió en España, y es obvio que en EEUU también.

Claro que no se va a encontrar un memorándum interno del Gobierno diciendo expresamente y letra por letra que se anima a la gente a dar y pedir prestamos falseando datos (no hay pruebas ni las habrá, que decía un filósofo nuestro), pero los profesionales y los clientes saben interpretar las señales de aquellos que manejean el cotarro.

Me resulta curioso todo esto ya que Blake defiende desde hace tiempo la figura del fraude bancario organizado, aquel en que se usa un banco como arma, como instrumento de robo. Es evidente que cuando se hace así se esquilma a los clientes, a los bonitas o a otros accionistas, pero las cosas no se suelen quedar ahí, y se va, en última instancia, hacia los contribuyentes. Es un arma. Se roba el banco y se roba con el banco.

Quizás el motivo de la omisión de Blake en el título se deba a que él defienda reforzar aún más los poderes de aquellos que han robado un banco y con un banco, aquellos que lo han hecho desde la misma Reserva Federal, por ejemplo, con el visto bueno de toda la estructura de supervisión financiera de la Administración americana.

Más información | TED

En El Blog Salmón | Las inversiones de la banca europea en deuda pública (infografía), Se empieza a apostar por la liquidación de la banca inviable, pero ya es tarde

Imagen | colin.brown

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