Culmina el acuerdo de pensiones, toca trabajar más para recibir menos

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Gobierno y sindicatos han llegado a un acuerdo base sobre el texto del anteproyecto de ley de la reforma de pensiones que incluye una ampliación de la edad legal de jubilación a los 67 años como norma general y a los 63 años para los casos de las prejubilaciones. La flexibilidad en la edad de jubilación se introduce en los casos en los que los trabajadores acumulen 38,5 años cotizados a los 65 años. Para el resto de casos, hay que estar incorporado a la vida laboral hasta los 67.

Por otra parte, se sigue negociando el periodo de cálculo a considerar para calcular la base reguladora de la pensión, que va a oscilar entre los últimos 20 años a los últimos 25, desde los 15 años actuales que se consideran. Por contra, se sigue manteniendo en 15 años cotizados, el nivel para cobrar el mínimo de pensión, del 50%.

Esta reforma persigue rebajar las cuantías de las pensiones y endurecer los requisitos de las jubilaciones, se mire por donde se mire. Actualmente, en la situación que tiene el mercado laboral, es realmente complicado que la mayoría de los trabajadores puedan alcanzar 38,5 años cotizados, pero está claro que los sistemas de reparto funcionan así.

Si estamos menos para contribuir y más para repartir, la cuantía disminuye sí o sí, salvo que aumentemos el baremo de contribuciones a la Seguridad Social. Mañana, en el Consejo de Ministros, conoceremos el texto completo final que irá al Parlamento y que ya goza con el beneplácito de la amplía mayoría de los representantes públicos.

En El Blog Salmón | El debate de las pensiones no es tan sencillo como algunos lo hacen ver

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