6 de abril: inicio de la campaña de la RENTA. A partir de esta fecha comenzó a reverberar en las mentes de muchos contribuyentes una cuenta atrás inevitable que suele culminar con un interrogante. ¿Cómo estar 100% seguros de que el contenido que reflejamos en nuestra declaración va en consonancia con nuestros intereses?
Constituye un sentimiento común entre los contribuyentes. Formalizar la declaración resulta, para muchos, un mal trago anual de inseguridad e, incluso, miedo a la sanción. Fantasmas, a fin de cuentas.
Hacienda suele poner a nuestra disposición una serie de servicios (simulador, informador, etc.) para allanar el camino. Sin embargo, estos recursos se demuestran insuficientes a menudo, sobre todo en lo que respecta a tener todas las garantías de que actuamos de forma correcta al rellenar casillas y pulsar confirmaciones.
Para paliar este efecto que genera la RENTA en el contribuyente, se han desarrollado aplicaciones como Taxfix. Esta app gestiona nuestro borrador de la RENTA mirando por nuestro bolsillo y ofreciéndonos la mejor de todas las deducciones: la seguridad.
Y es que la RENTA lleva asociado una inseguridad eterna para trabajadores, profesionales y empresarios. Año a año, nos topamos con los mismos fantasmas fiscales, aún vestidos con atuendos legales diferentes. Estos son algunos de los espectros fiscales más clásicos.
Combatiendo la falta de confianza
Nada como la RENTA como para despojar de su auto-confianza al más seguro de sí mismo. Uno de los momentos en que esta se esfuma suele producirse al intentar validar el borrador de la RENTA.
Al instante, un recuadro amarillo aparece en la parte superior de la imagen, indicándonos diferentes avisos y fallos. Pueden ser errores de forma, incongruencias, erratas, etc.
¿Cuántos de esos avisos del programa del borrador de la RENTA tienen una base real? Es decir, hemos podido cometer un error de forma al rellenar una de las casillas. Aunque nos lleve tiempo, podemos ser capaces de identificarlos. Pero, ¿qué pasa con esos avisos que nos resultan más desconocidos o que no tenemos manera de remediar?
Como contribuyentes, es inevitable que nuestra mente baraje ciertas posibilidades y riesgos. ¿Y si se ha producido algún tipo de actualización normativa? ¿Y si un cambio de situación fiscal reciente por nuestra parte lleva aparejada otro tipo de obligaciones? Una vez firmada, ya no hay vuelta atrás. No conviene realizar a la ligera el trámite.
Al contratar un servicio como Taxfix podemos decir adiós al recuadro amarillo de avisos del borrador. La app nos presenta un servicio guiado de principio a fin.
Primero, conecta con Hacienda para obtener los datos fiscales oficiales. Tras responder a un cuestionario para conocer nuestra situación fiscal, su equipo de expertos se encarga de revisar todos los datos y de dar con un borrador personalizado. Una vez le demos nuestro beneplácito, también realizan el trámite de presentación por nosotros.
Desconocer el acceso a deducciones y otras ventajas fiscales
La siguiente pantalla del "videojuego" de la RENTA la tenemos a la hora de dilucidar a qué deducciones y ventajas fiscales aspiramos. En esta asignatura existen todo tipo de perfiles: desde aquellos contribuyentes que se deducen todo (con el riesgo que eso acarrea); hasta aquellos que por temor a errar ceden al fisco una parte de su patrimonio.
De hecho, Hacienda no actúa de forma homogénea a lo largo del tiempo. Un buen ejemplo de esto son las dietas de autónomos rechazadas el pasado año.
Esto último, por desgracia, es más frecuente de lo que puede parecer. Por mucho que Hacienda nos asesore, en raras ocasiones nos informan de un ingreso que las arcas del Estado dejarían de percibir. Es, quizá, uno de los puntos con más opacidad en el proceso de la RENTA.
Saber cómo deducirnos es tan importante como conocer de antemano en qué conceptos podemos hacerlo. Cuanto más compleja sea nuestra situación, más recomendable será contar con la experiencia de un experto que nos asesore.
En Taxfix, por ejemplo, pueden afirmar que gracias a su equipo de expertos fiscales llevan conseguidos más de 1.000 millones de euros en devoluciones. Toda devolución es motivo de alegría, pero quizá lo es más contar con el apoyo de un servicio que nos asegura las deducciones que por norma nos corresponden.
Aventuras fiscales que terminan en colisión legal
Todos deberíamos ser capaces de manejar nuestras propias finanzas y gestionar nuestras obligaciones con el fisco. Esta idea entra en contradicción con conocer a la perfección la normativa tributaria.
Ya solo abordar la Ley del IRPF (Ley 35/2006, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio) puede resultar una odisea. Su estudio es una materia compleja. Así lo atestiguan los aspirantes a ingresar en los tres cuerpos del Hacienda o, incluso, los mismos expertos en la materia.
Hagamos una comparación jurídica. Cuando cometemos un delito o somos parte demandada, se inicia un procedimiento judicial en el que, por lo general, hemos de ser asesorados por un abogado y representados por un procurador que nos guían a lo largo del proceso.
Podemos empaparnos por nuestra cuenta conociendo las intricadas leyes procesales, pero no resulta ni útil ni aconsejable. Para eso están los profesionales de la Justicia. De hecho, tampoco contaremos con la confianza de estar realizando la interpretación correcta.
En cuestión de impuestos y en función de la complejidad que arroje nuestra declaración, nada nos impide hacer lo propio y estudiar las normas que regulan, entre otros impuestos, el IRPF.
Ahora bien, la experiencia de un experto fiscal sabrá indicarnos el rumbo idóneo, librándonos del quebradero de cabeza de perder el tiempo y la paciencia con un texto legal.
¿A quién puedo preguntar?
Otro de los fantasmas de la RENTA es la soledad que lleva aparejada. Cada situación fiscal tiende a ser única. Esto hace difícil que otras personas, incluso con nuestro mismo perfil profesional, puedan ayudarnos.
No hay nada menos recomendable que copiar o emular otra declaración para salvar este trámite tan personal como intransferible. De hacerlo, las probabilidades de sanción tienden a incrementarse.
Sin llegar a ser un servicio de asesoramiento, Taxfix cuenta con un soporte personal ilimitado vía chat, email o teléfono para resolver las cuestiones que nos surjan en la revisión del borrador propuesto.
Dificultades con la interfaz y la navegación
Es otra de esas contradicciones. El trámite de la RENTA resulta demasiado complejo como para que los servicios informáticos de Hacienda ofrezcan una interfaz personalizada para cada contribuyente.
¿Quién no ha perdido más tiempo del deseado en comprender la dinámica de funcionamiento web? El mínimo descuido puede llevarnos a atascarnos por un detalle de navegación o, incluso, a cometer un error.
Este es otro de los fantasmas del que podemos olvidarnos con la seguridad que ofrece una app como Taxfix. En este caso, sustituiremos la interfaz de Hacienda por la de la aplicación. Esta ha sido desarrollada, precisamente, para facilitar las cosas a los usuarios. Así lo apuntan los comentarios de aquellos que han contratado este servicio.
Gracias a la gestión personalizada del trámite, la navegación se simplifica, olvidándonos todas aquellas páginas del borrador que no nos afectan (y con la seguridad total de que, efectivamente, no tenemos que preocuparnos de rellenarlas).
Este tipo de servicios contribuyen a despojarnos de la sensación final de firmar el borrador de la RENTA con los dedos cruzados. Mantienen un nivel de confianza que va más allá puesto que, si recibimos un requerimiento de Hacienda una vez presentada la declaración, nos ofrecen un soporte añadido.
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