Antes de ayer la ministra de Fomento, Ana Pastor, se quejó en público de que las aerolíneas y el transporte marítimo no hayan repercutido las bajadas de costes del petróleo a sus precios. ¿Es realmente así? ¿Están aprovechando las bajadas para tener mejores márgenes?
Ayer el presidente de Iberia contestó a Ana Pastor también en público con varios motivos por los que no se ven refladas estas caídas en los precios: primero, el petróleo se compra en dólares, que ha subido mucho respecto al euro y la caída del petróleo en euros no es tanta; segundo, que cada compañía tiene distintas protecciones contra las variaciones de precio de combustibles y que algunas tienen pactado un precio fijo por cinco años, por ejemplo; tercero, que los márgenes del sector no son boyantes.
Las explicaciones son buenas, creo yo, pero hay una detalle importante que quizá no ha mencionado Iberia para no confrontar más. El sector aéreo es hipercompetitivo. Los pasajeros son muy sensibles al precio, ya que no se aprecian en general diferencias entre las compañías y cualquier variación a la baja hace vender mucho más. Estamos ante un sector ideal donde el regulador poco tiene que hacer. Si de verdad bajan los costes una barbaridad alguna compañía tirará la primera piedra y el resto irá detrás.
Por tanto aquí creo que Ana Pastor ha metido la pata. No es necesario dar un toque a este sector, las bajadas de precio se reflejarán rápidamente a los consumidores. Donde debería estar mirando con más detalle el Ministerio es en las gasolineras, ya que no existe realmente competencia en España y algún estudio independiente ha validado el argumento cohete-pluma (cuando sube el petróleo los precios suben como un cohete y cuando bajan, como una pluma).
Imagen | Curimedia | P H O T O G R A P H Y