Sí, es posible saltar de un trabajo que odias a uno decente y esta es la forma de hacerlo

Sí, es posible saltar de un trabajo que odias a uno decente y esta es la forma de hacerlo
Sin comentarios

Nos pasamos la vida trabajando, así que, por lo menos, hagámoslo en un empleo que nos guste y pague bien. Porque, aunque parezca mentira, se puede saltar de un trabajo que odias a uno decente, o incluso que nos agrade.

Sin embargo, que sea posible no significa que sea probable, o fácil. Igualmente, trabajar en algo que gusta y paga bien no suele ser algo habitual.

Por eso, para conseguir un resultado atípico como este, no podemos hacer lo mismo de siempre.

Conseguir el trabajo «de nuestros sueños» metidos en la rueda de sondear webs de empleo y enviar currículums a un email (conectado directamente a la papelera de reciclaje) será bastante complicado.

Esto no significa que no estemos atentos si surge la oportunidad, claro, debemos estarlo, pero es un juego de la espera que no suele tener premio.

Teniendo eso en cuenta, me gustaría que primero tuviéramos una imagen real del terreno en el que nos metemos y la tarea a la que nos enfrentamos.

El primer cambio de mentalidad necesario

Mujer joven en el trabajo pensando frente a su portátil

Si queremos un buen trabajo que nos guste, debemos cambiar de mentalidad y dejar de ser empleados para convertirnos en vendedores, pero no de esos pesados que solo consiguen que te hartes de ellos.

¿Y vendedores de qué? De nosotros mismos y lo que sabemos hacer, lo que somos capaces de aportar.

Si alguien cree que, por ejemplo, yo trabajo en esto porque me lo ofreció El Blog Salmón, o porque me apunté a una oferta en Infojobs o donde sea, me temo que se equivoca por mucho.

Lo obtuve porque fui a buscarlo y fui a venderme, porque la esperanza es una estrategia horrible y la mejor manera de tener una oportunidad es crearla.

Dicho esto, si somos conscientes de que, en realidad, un proceso de búsqueda de empleo es un proceso de venta, lo siguiente a tener en cuenta es una deducción lógica.

La condición básica para conseguir un mejor trabajo

Hombre abrochándose traje con seguridad y en pose de poder

Esa condición es que tenemos que aportar una diferencia respecto a los demás que desean ese empleo.

Los mejores trabajos están saturados y competidos. Por eso, si no podemos aportar algo diferente y demostrar habilidades y experiencia que destaquen, es una fantasía pensar que una empresa nos confiará uno de sus mejores puestos.

Ese «algo especial» significará una cosa distinta en cada caso, puede ser formación, puede ser experiencia, puede ser un conocimiento muy concreto de un campo muy específico... Estamos vendiendo y hay que proporcionar lo que necesita el comprador. Si no lo tenemos, la premisa básica es conseguirlo primero, o no obtendremos ese trabajo deseado.

Ahora, esta es una condición necesaria, pero no suficiente, ya que juegan otros factores que debemos comprender si queremos conseguir el empleo de nuestros sueños.

El mayor problema de los mejores trabajos

Este consiste en que no van a estar vacantes prácticamente nunca. Que eso ocurra será una cuestión poco probable de timing y ese timing depende de la suerte.

Puede que la oferta, en caso de salir, lo haga en un lugar al que no estamos atentos, que se nos escape por un día, o no nos pille bien en ese momento. La realidad es que pocos trabajos decentes están libres y, en caso de que así sea, va a ser casi imposible que coincidan nuestros tiempos y, además, se cubren enseguida.

Por eso, como el timing es lo más importante en este asunto (y, francamente, en todos los negocios y la vida en general), tendremos que contrarrestarlo.

¿Cómo?

El «sucio secreto» de muchos trabajos, incluyendo el de tus sueños

Cuatro personas alargando el brazo y chocando puños, como símbolo de networking

Ese  «secreto» es que muchos puestos de trabajo que se necesitan no salen a la luz pública, ni aparecen en webs de empleo, especialmente los cotizados y atractivos.

Porque estos se cubren mayoritariamente mediante recomendaciones de manera interna.

Y si no se consigue así, entonces ya se pone una oferta a la vista de todos para encontrar un candidato fuera. Y con recomendaciones no estoy hablando de favoritismo (no necesariamente), estoy hablando de cómo somos las personas y cómo funciona el mundo de manera natural.

Si yo pregunto entre mis contactos por el puesto que necesito cubrir, y alguien de confianza me recomienda a otro alguien de su confianza, tengo realizada la mitad del trabajo más difícil. Ya he precualificado a esa persona, porque si mi amigo me da el nombre es que, como mínimo, cree que es lo que necesito, ya que conoce al futuro empleado y me conoce a mí.

Eso ahorra entrevistas, procesos de ensayo y error, además de costes.

Y es normal. Es como funcionamos en lo laboral, lo personal y los negocios, mediante contactos y conexiones.

Así que, si es así como se hacen las cosas, para tener probabilidades de conseguir trabajos soñados, debemos empezar a construir esa red de contactos en el sector. De esa manera, cubrimos dos aspectos importantes: el de este «secreto» y librarnos de la lotería del timing.

Cuando una oportunidad se produzca, si estamos donde toca, que es conectados a los que saben qué se cuece, no dependeremos de coincidencias entre el hecho de que algo que suceda y el hecho de enterarnos en el momento.

Y, por supuesto, en esa posición nos adelantamos a toda la cola de quienes echarían el currículum en caso de que se llegara a hacer pública la oferta. Si estamos metidos en la selección «interna» del puesto antes de que salga a la luz pública, no tendremos que pelearnos con esos cientos de candidatos que saturan Infojobs.

Cómo saltar a un mejor empleo en la práctica

Mujer Saltando con maletín mientras un hombre la mira de brazos cruzados

Teniendo en cuenta lo que hemos visto, dejemos claro lo práctico a trabajar.

Para saltar a un mejor trabajo, habremos de estar atentos a ofertas y vacantes y redactar un currículum atractivo. Eso es necesario, pero es raro que ese camino solamente nos lleve donde queremos.

Por eso:

Debemos cambiar la mentalidad y las tácticas, no conseguiremos lo extraordinario con lo ordinario.

Debemos analizar bien qué necesitan esas empresas para las que queremos trabajar, adquirirlo y demostrarlo. Tener una web propia, ser un prescriptor en redes, mostrar que sabemos y convertirnos en un referente... Eso es lo ideal, claro, pero muchos no lo harán y resulta complicado hacerse ese hueco. Sin embargo, como mínimo, tenemos que saber de qué hablamos y demostrar que dominamos lo que desean en ese puesto soñado cuando entablemos contacto.

Porque eso es lo siguiente a hacer.

Debemos empezar a llamar a puertas del sector y crear conexiones ya, no cuando necesitemos cosas. Tejer esa red será fundamental cuando surja la vacante o si, a través de la relación o la petición de empleo por nuestra parte, se convencen de crear una oportunidad y dárnosla.

Redes sociales, mensajes en frío... Da miedo, pero cualquier medio es bueno para contactar y empezar una relación con los jugadores del sector al que nos queremos dedicar o en el que queremos subir de nivel a un trabajo mejor.

¿Pero qué ocurre en este paso?

Que muchos trabajadores tienen demasiada mentalidad de empleado y no lo hacen. No creen que eso sea lo que corresponda a alguien como ellos, así que no entablan amistades en la competencia, no comentan en comunidades, no hablan con CEOs en redes y no hacen una labor de networking. Piensan que eso es cosa de comerciales y gerentes.

Mejor para nosotros, menos competencia.

Para empezar a conectar y crear relaciones, empecemos por las redes e Internet, aunque no hay que limitarse a esto, lo ideal es avanzar a relación en el «mundo real».

Para comenzar, localicemos empresas y personas que están donde queremos llegar nosotros. Muchas tendrán webs, LinkedIn, cuentas en otras redes sociales... Haz comentarios útiles en sus posts, responde dudas que planteen, ayuda primero antes de pedir y sé un ser humano que quiere conectar.

Personas haciendo networking en un evento

El secreto del networking que funciona es que empieza por lo personal, por intereses comunes, por los motivos por el que los humanos nos juntamos de manera natural, como el de intercambiar impresiones sobre temas que nos interesan y colaborar.

Para profundizar en esto, me remito a algunos contenidos anteriores. He aquí cómo es el networking que funciona y cómo conseguir contactos poderosos para nuestra red.

Por último, debemos dejar clara nuestra disposición a trabajar, demostrar nuestra valía y conocimiento (de nuevo, las redes pueden ser un buen cauce, escribiendo posts que muestren que tenemos lo que anhelan) y lanzarnos como halcones en cuanto surja la oportunidad.

El objetivo es que, cuando eso ocurra, si es que no hemos generado nosotros la oportunidad con una propuesta propia, estemos los primeros en la carrera por dicha oportunidad.

Conseguir el puesto de nuestros sueños será, en buena parte, una cuestión de suerte, que es lo más importante que se puede tener en la vida. Pero a la suerte no se la puede obligar, aunque se la puede tentar. O mejor dicho, se pueden tratar de crear las condiciones más adecuadas para que algo suceda, aumentando las probabilidades.

En el caso de conseguir mejores empleos, teniendo en cuenta cómo funciona este tema de verdad, según hemos visto, supone adquirir habilidades deseables y tejer esa red de relaciones.

Luego, la suerte vendrá o no, porque en esta vida nada es seguro, pero mejor comprar 10 boletos que uno en el sorteo.

Porque me temo que el rosario de currículums como los de siempre, o ser uno de los 1200 que se han apuntado a una oferta de empleo por Internet, difícilmente nos va a conseguir ese mejor trabajo que deseamos. Debemos dejar de pensar como trabajadores y empezar a hacerlo como emprendedores o vendedores.

Temas
Comentarios cerrados
Inicio