Colapso del acero y el petróleo, las consecuencias no advertidas del desplome chino
Economía

Colapso del acero y el petróleo, las consecuencias no advertidas del desplome chino

HOY SE HABLA DE

No es ningún secreto que las materias primas han tenido un horrendo 2015. La desagradable combinación de un oferta desbordante y una demanda débil está causado serios estragos en los países productores. Todos los precios se han desplomado: desde el petróleo a los metales industriales como el aluminio, acero, cobre, platino y paladio. En China, la industria del acero vive su peor momento tras el auge que llevó al gigante asiático a ser el mayor productor y consumidor mundial del metal. El precio del acero se ha desplomado un 30,6% en lo que va del año después de haber caído durante cuatro años consecutivos: 7,8% en 2011; 11,6% en 2010; 7,6% en 2013 y 16% en 2014, según datos que cita el Diario del Pueblo de China.

Así y todo, las siderúrgicas chinas no detuvieron la producción y pasaron de producir 881 millones de toneladas en 2011, a 951 millones de toneladas en 2012, 1070 millones de toneladas en 2013 y 1130 millones de toneladas en 2014 creando una superabundancia inusitada al mismo ritmo del estallido de su burbuja inmobiliaria. Ahora que la construcción se ha desplomado un 20 por ciento y que tanto la industria automovilística como la industria naviera languidecen, el acero, al igual que el petróleo, se acumula en los inventarios causando un enorme dolor financiero.

Como indica el Diario del Pueblo, el Índice PMI de la producción industrial china cayó a 37 en noviembre, su valor más bajo en siete años. Una cifra por debajo de 50 indica que la industria está en contracción. Como gran parte de las siderúrgicas son gubernamentales, al mantener la producción impulsan el PIB local, pero esto crea enormes desequilibrios financieros. Esta sangría está generando una interminable cadena de pérdidas para el gigante asiático, con la disminución constante de sus reservas en dólares y el aumento de la fuga de capitales que en noviembre llegaron a 113 mil millones de dólares, en comparación con los 37 mil millones de octubre.

Si el acero es el principal dolor de china, los países mineros y los productores de petróleo también viven momentos amargos. El petróleo se deslizó por debajo de los 37 dólares el barril este martes por primera vez desde febrero de 2009. La situación es tan mala que esta semana el índice de materias primas de Bloomberg, que sigue una amplia franja de materias primas, cayó a su nivel más bajo desde junio del 1999. Es la peor caída desde el estallido de la crisis financiera en 2008 y es un indicador que empeora cada día.

Nuevo drama para el empleo

Las nuevas pruebas de estrés financiero de la minera Anglo American son apabullantes. El gigante minero dijo que suspenderá sus dividendos y pondrá a la venta el 60% de sus activos, lo que podría conducir a una reducción de 85.000 puestos de trabajo. La caída de los precios impacta en el valor de las acciones. Los principales índices bursátiles no detienen su caída: el Dow Jones, el Ibex 35, el Dax y el FTSE no detienen su caída.

Esto aumenta las preocupaciones sobre el estado de la economía global. Los mercados están en modo pánico y la caída de la demanda global acelera el hundimiento general de los precios. México, Brasil, Australia, Nigeria han disminuido drásticamente su actividad económica en los últimos trimestres. Eso empuja más a la baja los precios de los commodities.

La crisis en los países productores de petróleo está generando numerosos impagos y quiebras empresariales por la falta de liquidez. Al mismo tiempo, la propia crisis que viven los países Europeos o Japón no les permite disfrutar de los beneficios de estos precios bajos. La economía europea se encuentra claramente estancada y así lo confirman los índices de su producción industrial. La desaceleración económica ha diluido el optimismo que reinaba a comienzos de año cuando se anunciaba una sólida recuperación. Ese optimismo fue el que aceleró la otorgación de créditos que hoy no pueden pagarse. La incapacidad para medir las consecuencias que tendría la desaceleración de China tiene al mundo nuevamente sufriendo una tormenta perfecta.

Temas
Comentarios cerrados
Inicio