Pasado el boom inmobiliario, mucha gente se pregunta si ha llegado ya el momento de comprar una vivienda. Y es que no todo el mundo se tiró a la piscina del ladrillo como si no hubiera un mañana. Hablamos de personas que o bien optaron por el alquiler y se negaron a hipotecar sus vidas a precios irreales y desorbitados, entre lo cuáles me incluyo, o bien es justo ahora cuando les surge la necesidad y se están planteando comprar una casa y dar un paso hacia delante en sus vidas.
Sea cuál sea tu caso te daré un consejo: ten calma. Por mucho que los medios de información de masas nos repitan una y otra vez que es un buen momento para comprar o nos hablen de bajadas de precios, degradaciones fiscales o IVA reducido, el momento de comprar una vivienda aún no ha llegado, por varias razones.
Comenzaré citando un proverbio árabe según el cual “nunca cojas un cuchillo cuando está cayendo”. Comprar una casa hoy en día supone comprar un producto que se depreciará en unos pocos meses. La tendencia bajista en el precio de la vivienda continuará durante años por la sobreoferta existente. Actualmente existen en España más de un millón de casas vacías fruto de la codicia de los mejores años de la burbuja. Un porcentaje importante de estas viviendas son apuntes contables en los activos de los bancos, los cuáles se niegan a sacarlas al mercado a precios inferiores a los de su adquisición para evitar que aflore su verdadera situación financiera.
Sin embargo, esta situación podría cambiar en poco tiempo. La recientemente aprobada reforma financiera obligará a los bancos a provisionar con dureza sus activos inmobiliarios. Con ello, se les obligará a reconocer la caída de valor de estos activos y propiciará el hundimiento de los precios. La nueva reforma financiera debería ayudar a pinchar de una vez por todas la burbuja inmobiliaria. Incluso el Banco de España estima que el valor de las viviendas que están actualmente en construcción caerá un 82%.
Del mismo modo, la situación del mercado de trabajo español, con más de cinco millones de parados, es un auténtico lastre para el mercado inmobiliario. Los jóvenes son el principal colectivo comprador de viviendas. Un país con un 40% de desempleo juvenil deja a promotoras e inmobiliarias en una difícil situación ya que no se pueden comprar casas si no hay trabajo. Las perspectivas económicas para los próximos meses (¿años?) son nefastas. España seguirá destruyendo empleo, por lo que el exceso de oferta de casas continuará durante mucho tiempo, lo que obligará a una bajada de precios.
Un tercer motivo por el que no deberías ir corriendo al banco a solicitar una hipoteca es porque los intereses están por las nubes. En 2012 el tipo de interés medio para la compra de una casa ha pasado de Euribor + 0,50% a una media que ronda el Euribor + 3%. En una coyuntura económica en la que los tipos de interés están muy bajos, para ayudar a sortear la crisis, cuando pasen unos años y el BCE decida subirlos, se disparará el coste de la hipoteca. Además, los bancos han vuelto a sacar la “cláusula suelo” y te exigen contratar una larga lista de seguros y productos vinculados antes de aprobarte el crédito.
Con todo, la conclusión es simple: aún no ha llegado el momento para comprar una casa. Si llevas unos años esperando que el precio de las viviendas se desplome, tal vez deberías seguir esperando un poco más. La burbuja inmobiliaria aún no ha estallado porque los bancos se han encargado de que así sea. En los próximos años, sin embargo, el hundimiento de los precios del ladrillo debería ser un hecho. Entonces y sólo entonces las casas volverán a sus precios “normales”, y ese sí que será un buen momento para comprar.
Más información | La información
En El Blog Salmón | ¿Conseguirá la reforma financiera bajar el precio de la vivienda?, Las siete etapas de la burbuja inmobiliaria, 2011 cierra con 361.831 viviendas vendidas, menos de la mitad que en 2007
Imagen | Images of Money