España demuestra que la curva de Laffer no existe: bajar los impuestos disminuye la recaudación

España demuestra que la curva de Laffer no existe: bajar los impuestos disminuye la recaudación
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Dicen que ‘Spain is different’, un topicazo que muchos usan para describir nuestros horarios incomprensibles, nuestra forma despreocupada de afrontar el día a día o el ruido constante que inunda las calles a todas horas. Si bien también sirve para hacer referencia a las peculiaridades de la política y la economía españolas, que parece que siempre son capaces de superar la realidad para acercarse más a la ficción.

Este es el caso del sistema fiscal, que ha demostrado que no es ni equitativo, ni progresivo, ni -lo más preocupante- eficiente para llenar las arcas públicas, que se quedaron escuálidas tras la crisis. De este modo, España y su caótica política impositiva han demostrado que célebre curva de Laffer no existe, al menos a este lado de la Península Ibérica, donde la bajada de los impuestos que ha llevado a cabo el PP en el último tramo de la legislatura solo ha logrado vaciar más la hucha del Estado.

¿Qué es lo que dice la teoría de Laffer? En síntesis, esta curva expone que si el tipo impositivo es cero, los ingresos fiscales también lo serán; pero es que si el tipo impositivo es 100, los ingresos seguirán siendo nulos, ya que unos impuestos muy elevados nadie ofrecería ni demandaría el bien en cuestión ante tan alto gravamen. Es decir, a mayor presión impositiva, menores ingresos fiscales. Por lo tanto, la teoría apunta a que son los bajos impuestos los que pueden llenar las arcas públicas.

Laffer

Esta teoría económica ha sido muy discutida desde que se formulara en los años 80, pues muchos economistas no consideraban que una baja carga fiscal asegurase suficientes ingresos. Pues bien, España ha demostrado que la curva de Laffer no es acertada, que bajar los impuestos no garantiza mayores ingresos fiscales porque ni ha incentivado la contratación ni la subida de salarios ni el consumo en estos dos años.

Bajar impuestos en clave electoral

En 2014 el Ejecutivo de Mariano Rajoy dio un paso al frente al anunciar una reforma fiscal que giraba en torno a una bajada de impuestos, cuyo peso recaía en el IRPF, el que más impacto tiene en la vida de los ciudadanos y, también el que más contribuye a las arcas del Estado.

La reforma se haría en dos partes, una en 2015 y otra en 2016, y dejaría el tipo más bajo en el 19% frente al 24,5% que estaba en vigor hace dos años, mientras que el más alto bajaría del 52% al 45%. Es decir, las rentas más bajas y las más altas serían las principales beneficiadas de una reducción que, según el gobierno, era posible hacer ante la mejora de la economía y el empleo.

Pues bien, llegados a 2016, y con los datos de recaudación fiscal en la mano, se puede afirmar que tal reforma no ha servido para mejorar la salud de las finanzas del Estado, pues los datos que se han publicado esta semana son reveladores. En enero entró en vigor la última fase de esta reforma y en abril los ingresos del Estado habían caído un 6,2% desde que empezó el año. En el apartado de IRPF, la recaudación ha bajado un 4,2% respecto al mismo periodo de 2014. Blanco y en botella.

El déficit en jaque

Pero no se trata solo de la caída de los ingresos tributarios, sino que la reforma fiscal está comprometiendo el futuro económico de España, pues el déficit ha vuelto a crecer en nada menos que el 15% en los cuatro primeros meses de 2016 -13.981 millones de euros-, lo que equivale a un 1,25% del PIB. Y es la recaudación fiscal la principal culpable, pues ha tenido un efecto adverso en la deuda española.

La noticia no podía llegar en peor momento, pues España ya incumplió el año pasado el objetivo de déficit pactado con Bruselas -acabó en el 5,1% del PIB cuando tenía que bajar al 4,2%- también por el impacto de la reforma fiscal en las cuentas públicas. Por esta desviación España podría ser multada por la UE, lo que supondría un nuevo jarro de agua fría para las arcas del Estado, pues las autoridades europeas ya han cifrado en 8.000 millones los ajustes que tendrá que hacer el gobierno que salga de las urnas el 26 de junio.

O Montoro Facebook

A pesar de que Bruselas ha concedido un año de tregua a España para corregir el déficit, esto no le exime de tener que volver a apretarse el cinturón y, a pesar de ello, el PP insiste con bajar los impuestos si gana las elecciones, pues es lo primero que ha anunciado en esta precampaña. La intención de Rajoy y su equipo es reducir el IRPF en dos puntos para el tipo mínimo -pasando del 19% actual al 17%- y para el más elevado -bajando del 45% de ahora al 43%-.

El empecinamiento popular choca con las propuestas de sus contrincantes electorales, sorprendentemente, pues ni Ciudadanos ni PSOE -partidos que por su ideología serían más proclives a estas medidas-, los cuales parecen ser bastante más conscientes de la que se le avecina a España.

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