Los españoles dejan de trabajar en micropymes para irse a las grandes empresas con razón: más sueldo, más productividad y más protección

Los españoles dejan de trabajar en micropymes para irse a las grandes empresas con razón: más sueldo, más productividad y más protección
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El tejido empresarial español se tambalea. La elevada inflación y las condiciones negativas que giran en torno a los pequeños empresarios, hacen que cada vez más trabajadores apuesten por el sector público y las multinacionales. De hecho, desde 2019, tres de cada cuatro empleados escogen las grandes empresas frente a las pymes. El motivo: la estabilidad laboral. Esto se traduce en más salario y más protección ante los cambios del mercado.

Con datos de la Seguridad Social en la mano, se puede afirmar que el número de trabajadores de grandes empresas (entre 250 y 500 o de más de 500) ha crecido a un mayor ritmoque en el caso de las pymes y micropymes (de menos de 50 empleados). De hecho, las de menos de 10 empleados han incrementado su número de trabajadores en tan solo un 12% entre 2013 y 2024y las grandes empresas en un 50%.

Las micropymes carecen de un plan de sucesión eficiente

Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) son claros y reflejan precisamente esa inclinación hacia las grandes empresas. Las pymes conforman el 99,8% del tejido empresarial español y el 89% de ellas son propiedad total o parcial de un grupo familiar. No obstante, solo el 11% de las pymes y autónomos poseen en la actualidad un plan de sucesión. Esta idea se recoge en el ‘Informe de Pymes y Autónomos’ de Hiscox.

De igual modo, el informe revela que el 29,3% de las pymes, con más de 2 millones de euros de facturación, disponían del plan, 5,8 puntos porcentuales menos que en 2022 cuando el porcentaje era del 35,1%. Las que facturaron menos de 2 millones de euros, representaron una proporción del 13%, un punto porcentual menos que en 2022.

Según datos del INE, las empresas de entre 10 y 249 empleados, en el 37,5% de los casos, tiene prevista una estrategia para incorporar una estrategia de futuro. Este porcentaje se reduce al 12,4% en el caso de las micropymes (menos de 10 trabajadores).

Principales causas del exilio a las grandes empresas

En el informe del Banco de España, elaborado recientemente por Enrique Moral-Benito, se recoge que la baja productividad de las empresas españolas es la causante, en gran medida, del excesivo número de micropymes y, por consiguiente, de la baja productividad agregada.

No beneficia a las micropymes la elevada carga regulatoria existente en España, lo que se traduce en un menor poder de mercado de las grandes empresas, reduciéndose considerablemente la productividad de la economía nacional.

El salario es un elemento revelador. Las empresas con menos de 10 empleados han mantenido su número de trabajadores durante el mismo periodo, aunque los aumentos de sueldo han sido prácticamente inexistentes.

Además de que los españoles prefieren el sector público, la concentración de españoles en grandes empresas supone mayores beneficios y costes más eficientes. La salida de la doble crisis (la pandemia y la invasión rusa de Ucrania) ha derivado en la destrucción masiva de puestos de trabajo, elevando el SMI y reduciendo la desigualdad. No obstante, se inscriben menos empresas en la Seguridad Social debido a la dificultad para exportar y a la fusión de grandes empresas, teóricamente más productivas.

Las grandes empresas contribuyen a la productividad, pero también al crecimiento del PIB nacional. El estancamiento de la productividad es el principal argumento que los enfoques neoliberales usan para negar la existencia de mejoras de las condiciones laborales, como por ejemplo, negar la rebaja de la jornada oficial sin una reducción correspondiente del salario.

Y es que las pymes son menos productivas porque sus costes de financiación son más altos, de ahí que puedan invertir menos en tecnología, innovación e investigación. Además, las micropymes presentan más dificultades para retener talento y pueden especializarse menos.

Las micropymes que marcan la excepción son las que pueden alcanzar una mayor productividad, aunque asumiendo mayores riesgos. El descenso de los niveles de exportación de las pequeñas empresas ha propiciado que suban en más del 50% las grandes empresas (de más de 500 trabajadores).

No beneficia en absoluto a las micropymes que en ellas existan más jornadas parciales, lo que denota que son sectores más precarios y donde existe mayor brecha salarial y desigualdad económica de género. El SMI ha dado un golpe a las pequeñas empresas poco rentables, que necesitaron endeudarse para sobrevivir al shock de la pandemia para pagar los sueldos.

Los sectores con mayor aglutinación de grandes empresas

En concreto, el tejido empresarial español demuestra que la sanidad, la administración y la educación representan al mayor porcentaje de grandes empresas (de más de 500 empleados). En concreto, el 68%, 58% y 56%, respectivamente. También resaltan elevados porcentajes de empresas de la banca, las comunicaciones, la energía, el transporte y el almacenamiento.

No obstante, en lado opuesto de la encuesta, las empresas más pequeñas que siguen apostando más por el empleo están en la hostelería, la construcción, el sector artístico, el entretenimiento y el inmobiliario.

La tendencia parece que no cambiará a corto-medio plazo, pues en las empresas familiares y micropymes seguirán faltando planes de sucesión que garanticen su continuidad y puedan llegar a competir frente a las grandes empresas internacionales.

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