No vendamos aún la piel de Apple

No vendamos aún la piel de Apple
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En los últimos días ha corrido como la pólvora la idea de que el crecimiento casi exponencial de Apple pudiese haber llegado a su fin. Incluso mi compañero JM se hizo eco de las noticias y comentó en estas páginas como las últimas decisiones de la compañía se habían traducido en una caída del 18 % de su valor bursátil en apenas un mes y medio. En este contexto me pregunto: ¿deberían preocuparse los chicos de Cupertino? Mi opinión es un no rotundo y creo que se está vendiendo la piel del oso antes de cazarlo.

Hay que reseñar de entrada que Apple juega en la liga de los más poderosos del planeta. Su capitalización bursátil es la mayor de la historia y llegó a superar el valor de todo el Ibex 35 hace unos meses, lo cual no es moco de pavo. La bajada actual del valor bursátil de la compañía sólo se explica en la existencia de unas expectativas demasiada altas. El listón de las expectativas de los inversores es tan elevado que más de uno podría confundirse y creer que los resultados de la propia compañía no son tan buenos como parecen.

Para que nos hagamos una idea sobre la importancia de las cifras de la compañía de la manzana expongamos el siguiente ejemplo: Apple ingresa más dinero con el iPhone que lo que factura Microsoft con todos sus negocios. Los ingresos por venta de todos los productos de Microsoft durante el último trimestre ascendieron a 16.008 millones de dólares, mientras que las ventas del iPhone supusieron una facturación de 26.910 millones.

Si lo que nos preocupa de Apple es su tendencia en la Nasdaq no vale con que nos quedemos con la cifra de los últimos dos meses, sino que deberíamos analizar la de los últimos dos años y preguntarnos: ¿es sostenible a largo plazo? Para responder a esta pregunta habría que fijarse en el futuro que tienen sus productos estrella y después analizar si han llegado o no al final de su ciclo de vida.

Las ventas de cada iPhone que sale al mercado superan a las del anterior y nada nos hace presagiar que a corto plazo esta tendencia pueda cambiar. Si no me creen, pregunten a los poseedores de este terminal si están dispuestos a cambiarlos por otro de otra compañía. Con el iPad ocurre más de lo mismo. Aunque la competencia está haciendo los deberes correctamente el tablet de Apple aún sigue siendo el rey indiscutible de su sector. Con la reciente salida del iPad mini más que una canibalización de ventas yo esperaría un incremento de la cuota de mercado, ya que esta tableta atraerá a clientes que no pueden permitirse pagar alrededor de 500 euros por su hermano mayor.

En definitiva, aún queda mucho Apple por delante. Quizás si se atreviesen a bajar el precio de sus ordenadores, tanto de los iMac como del los MacBook, conseguirían atraer a más potenciales clientes a la compañía. Aunque claro, quizás eso iría en contra del principio de exclusividad que rige a la compañía: productos caros y no para todos los bolsillos.

En El Blog Salmón | Odiar o no odiar a Apple, esa es la cuestión, Apple domina su sector, no siempre fue así
Imagen | Mike Deerkoski

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