Recientemente las noticias sobre SEAT se acumulan. SEAT no ha estado dando unos buenos resultados que digamos, en parte por la poca aceptación de la última versión del Toledo, conocido como la Tomasa. El grupo Audi Volkswagen compró SEAT hace tiempo, pero no está obteniendo resultados esperados. Un problema que tienen en VAG es la competencia entre sus propios modelos, por lo que tal vez no estén muy interesados en mantener a SEAT.
Hace sólo unos días Daimler (el fabricante de los Mercedes-Benz) se ha desecho de Chrysler. La fusión entre el fabricante alemán y el tercer productor de automóviles en los EEUU no ha sido muy satisfactoria y ha acabado vendiendo la empresa americana a un fondo de inversión. SEAT está intentando expandirse. Después del fracaso del Toledo, ha habido cambos en la cúpula directiva y reducción de personal. SEAT va a invertir 200 millones de euros en la fabricación de una nueva berlina y pretende vender 800.000 vehículos en él 2018, lo que supondría doblar la producción. Para ello pretenden incrementar su penetración en los mercados emergentes.
Uno de los problemas que tiene Daimler son sus coches grandes, que como señaló The Economist hace tiempo, no se venden muy bien. En cambio SEAT fabrica coches pequeños y piensa desarrollar uno aún más pequeño y económico. Si Daimler tiene dinero contante y sonante ¿porqué no comprar la empresa de Martorell? Los vehículos que fabrican unos y otros no se hacen la competencia entre sí. La situación de SEAT no es muy buena, pero no especialmente desastrosa.
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