Año 2015: las españolas cobran un 30% menos que los hombres
Mundo Laboral

Año 2015: las españolas cobran un 30% menos que los hombres

Cuando todos pensábamos que las diferencias de género se iban superando y que estábamos logrando la igualdad entre sexos ha venido el Instituto Nacional de Estadística (INE) a abrirnos los ojos y a darnos una bofetada de realidad. Las mujeres cobramos –sí, cobramos, porque esto lo escribo en primerísima persona- más de un 30% menos que los hombres en España.

En pleno siglo XXI, acabando el año 2015 –se dice pronto- la encuesta sobre salarios que hace el INE a través de la EPA revela que la brecha de género está más abierta que nunca. Si en el último año voces de mujeres archifamosas como Emma Watson, Patricia Arquette o Beyoncé han alertado de que las diferencias entre hombres y mujeres siguen existiendo en las altas esferas del cine y la música, no iba ser menos en esta España nuestra donde la crisis no solo ha arrasado con la economía, sino también con un buen puñado de derechos y valores.

Así, el sueldo medio de una mujer en España es de 1.618 euros, mientras que en el caso de los hombres asciende a 2.125 euros. Según el INE, esto se debe a que “por lo general” las mujeres trabajan a tiempo parcial, con contratos temporales y en ramas de actividad peor pagadas.

Y a esto tengo que añadir una salvedad. En todos los trabajos que he tenido hasta ahora puedo asegurar que éramos mayoría de mujeres en las distintas empresas en las que he estado y trabajábamos las mismas horas que los hombres. Eso sí, la mayoría también teníamos contratos temporales y peor pagados que los hombres.

El techo de cristal existe en este país. Y cualquier mujer que trabaja lo sabe. Puede que unas tengan más suerte que otras y encuentren un empleo en el que todos son absolutamente iguales, pero la realidad es que lo más normal es tener jefes, no jefas. Y que los puestos directivos estén copados por el sexo masculino.

En Europa la brecha salarial por géneros es del 16%, es decir, en España volvemos a romper otra media europea para mal. En esto también se notan los atrasos del sistema laboral español, que en los últimos años, aludiendo a la crisis como culpable, no ha hecho ni un solo avance en este sentido, más bien al contrario.

Una de las principales cuestiones que se han dejado de lado durante la legislatura que está a punto de acabar es la del permiso de paternidad. Una medida que serviría para igualar y proteger a las mujeres en el ámbito laboral, ya que se suele penalizar el sexo femenino por la maternidad. Si los hombres gozarán del mismo tiempo de baja cuando son padres, esa discriminación se acabaría, pues al final todos tendrán que dejar su puesto de trabajo el mismo tiempo cuando tengan hijos.

Pero hay que ir mucho más allá, y puede que con leyes no se arregle todo, pues no basta con legislar, también hay que educar. El sistema educativo tiene que dar una vuelta de tuerca y empezar a transmitir a los más pequeños una serie de valores basados en la igualdad y el respeto tanto a hombres como a mujeres, para que así construyan un futuro en el que estas brechas puedan desaparecer algún día.

No solo es brecha salarial, también de pensiones

¿Y cuál es la consecuencia de que las mujeres cobren sueldos más bajos? Pues que, evidentemente, su pensión también será inferior a la de los hombres. Según datos de la Comisión Europea, las mujeres europeas perciben una pensión casi un 40% más baja que la de los hombres.

Y no, no somos las españolas las que salimos peor paradas. Los países que registran una brecha más grande son Luxemburgo (47% de diferencia) y Alemania (44%), curiosamente dos de los países supuestamente más adelantados. En el extremo opuesto, las mujeres de Estonia y Eslovaquia apenas perciben estas diferencias, pues la brecha es del 4% y el 8%, respectivamente.

En España, el diferencial se va al 34%, casi en línea con el salarial. El informe de Bruselas advierte de que la brecha puede llegar a hacerse mucho mayor si la mujer está casada o tiene hijos, mientras que si son solteras la distancia puede caer al 17%. Es decir, el mercado laboral nos está condenando a una vida sin familia si queremos tener una carrera profesional medianamente comparable con la de un hombre y tener una pensión digna.

Por lo tanto, en el año 2015 todavía seguimos siendo penalizadas por ser mujeres. Simple y llanamente. Nos vemos abocadas a la elección entre familia o carrera profesional plena sin tener opciones distintas, y mientras tanto el sistema se muestra impasible ante los sacrificios que hacemos día tras día para poder tener las mismas posibilidades que los hombres. Estamos acabando el 2015. Es hora de que las cosas cambien.

Temas
Comentarios cerrados
Inicio