El gobierno ya piensa en que trabajemos más allá de los 70 años mientras cobramos pensión de jubilación. Una más baja, claro

El gobierno ya piensa en que trabajemos más allá de los 70 años mientras cobramos pensión de jubilación. Una más baja, claro
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El sistema de pensiones hace aguas y el objetivo para que no haya una quiebra es retrasar lo máximo posible la edad de jubilación. De hecho las sucesivas reformas han hecho que el año pasado la edad efectiva de jubilación superara por primera vez los 65 años.

Pero el Gobierno tiene puesta la mira en más allá de este objetivo, y se dispone a fomentar la llamada jubilación postergada, activa y parcial.

No es una novedad

En la actualidad ya existen modalidades para compatibilizar la pensión y el trabajo. La primera es la jubilación parcial, por lo cual se permite que el trabajador se vaya jubilando poco a poco, mientras la empresa contrata a una persona para sustituir.

En la práctica esto se intentó en 2002 pero tuvo que reformarse dos veces por ser excesivamente atractivo y los costes para el Estado eran muy altos. En la actualidad se exigen contratos de relevo y cotizaciones, algo que a veces no lo hace interesante para las empresas.

Pero lo verdaderamente interesante para el Estado es expandir la jubilación activa, donde un pensionista puede trabajar y pasaría a cobrar el 50% de la pensión a la vez que cobra un sueldo. Aquí puede venir una opción para que los trabajadores no se vayan de golpe del mercado laboral si se crean estructuras que fomenten esta modalidad algo más.

También existe la demora en la jubilación, en la que el trabajador no se jubila al llegar a la edad sino que prolonga su vida laboral. Esto hace que a la hora de jubilarse la pensión sería mayor que la que le correspondería si se jubilara en la fecha correcta (al igual que en la anticipada se pierde pensión, aquí se gana). Lo único es que en ningún caso se cobraría más que la pensión máxima, así que para los sueldos más altos no existen ventajas en esta modalidad.

La reforma incentivará este tipo de jubilaciones

La reforma que está en ciernes incentivará todo este tipo de prolongaciones de la vida laboral ya que reduce el gasto en pensiones. Por ejemplo, si el hay una jubilación activa el Estado se ahorra un 50% de la pensión y además recibe nuevas cotizaciones. La persona afectadas cobrarán más dinero (sueldo más pensión) pero en realidad a nivel de pensión total se cobrará menos.

En el caso de la demora de la jubilación, en media (a no ser que la vida se extienda mucho), se cobrará menos. Actualmente retrasar un año la jubilación conlleva un incremento de entre el 2% y el 4% en la pensión (dependiendo de los años cotizados). Haciendo unos simples cálculos sale que la persona tendría que vivir entre 51 y 26 años desde la fecha de jubilación para que le saliera a cuenta. Estos porcentajes pueden mejorar un poco para incentivar más, pero el resultado es que el Estado gana: paga menos pensiones.

Ojo, esto no quiere decir que globalmente al trabajador no le salga a cuenta. El total de trabajo más pensión sí que será superior a solo cobrar la pensión sin prolongar la vida laboral. Eso sí, disfrutando de un año menos de jubilación.

Por tanto en la próxima reforma veremos una profundización en este tipo de medidas que incentiven al trabajador a seguir trabajando una vez llegada la fecha oficial de jubilación. Para el trabajador puede salir rentable de forma global, pero el Estado en el fondo estará pagando pensiones más bajas y equilibrando sus cuentas.

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