Se buscan trabajadores innovadores, abstenerse conformistas

Se buscan trabajadores innovadores, abstenerse conformistas
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“Buscamos gente con visión innovadora, apasionada por hacer las cosas bien y por aprender. Esto incluye a personas con talento que no teman retar a la organización, que propongan soluciones de valor añadido y que al mismo tiempo aseguren una experiencia de cliente excelente”. 

Este fragmento forma parte de una reciente oferta de empleo presentada por una de las entidades bancarias líderes en España. Busca a alguien para liderar un equipo relacionado con experiencia de cliente. Lo curioso es que la palabra “innovadora” es el primer adjetivo que aparece en el párrafo. Le siguen expresiones como “aprender”, “talento”, “retar” o “proponer soluciones”. No es hasta prácticamente el final cuando se pide a los candidatos que aseguren “una experiencia de cliente excelente”. 

Esta oferta no es la única que pone la innovación por delante: cada vez más empresas buscan esta cualidad en el talento que contratan. Lejos de ser una moda, se trata de una consecuencia lógica de vivir en plena Cuarta Revolución Industrial. En ella, los cambios se suceden a toda rapidez. Tanto trabajadores como directivos deben ser capaces de plantarles cara y, para hacerlo, es recomendable es recomendable formarse desde el primer día

VUCA: el término militar que ayuda a explicar todo esto

Las empresas se encuentran en un entorno VUCA

Los militares estadounidenses del Army War College inventaron un término que sirve para explicar a la perfección el tiempo en el que vivimos: VUCA. Es el acrónimo de “volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad”. Se emplea para definir entornos en los que nuestro conocimiento actual no nos sirve para anticipar lo que va a suceder. En ellos, innovar es imprescindible.

Según explica la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), este es el caso del mundo empresarial. Las compañías se ven inmersas en un entorno VUCA que les obliga a afrontar constantes cambios que afectan a sus estrategias y sus rutinas. 

Esta es una de las razones por las que las empresas necesitarán cada vez más directivos que sean capaces no solo de adaptarse a ese entorno cambiante, sino también de proponer soluciones adecuadas para hacerle frente. Ya no hay tiempo para acomodarse en hábitos y tareas repetitivas. 

La adaptación positiva a la adversidad y el hecho de no sentirse derrotado por los retos se encuentran entre las características de las personas innovadoras

De hecho, la creatividad y la adaptabilidad se encuentran entre los atributos que más buscan los empleadores, según un análisis de LinkedIn titulado ‘Las habilidades que más necesitan las empresas en 2019 y cómo aprenderlas’. La red social considera que fortalecer las denominadas “habilidades blandas” es la mejor inversión que puede hacer un profesional por mejorar su carrera. 

En esto coincide con el Foro Económico Mundial: en su informe ‘Future of Jobs’, apunta a la creatividad, la originalidad y la iniciativa como las habilidades que ganarán mayor peso en el mercado laboral de los próximos años en Europa Occidental. Todas ellas son cualidades que presentan los perfiles innovadores. La buena noticia es que se pueden entrenar.

Así son los innovadores

Los perfiles innovadores son atractivos para las empresas

¿Cuáles son las características que reúne un perfil innovador? ¿Qué lo distingue de los demás? Lotta Hassi, profesora asociada del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Sciences de ESADE, ha analizado estos perfiles junto a Satu Rekonen, de la Universidad de Aalto (Finlandia). Lo han hecho observando cómo las características individuales fomentan el comportamiento experimental.

Ambos han publicado un estudio en el ‘International Journal of Innovation Management’ cuyas conclusiones apuntan que “la adaptación positiva a la adversidad y el hecho de no sentirse derrotado por los retos se encuentran entre las características clave de las personas innovadoras”. 

líderes necesitarán convertir la volatilidad en visión, la incertidumbre en comprensión, la complejidad en claridad y la ambigüedad en agilidad

Los líderes necesitarán convertir la volatilidad en visión, la incertidumbre en comprensión, la complejidad en claridad y la ambigüedad en agilidad

Además, se han podido observar otros rasgos que las definen. Algunos de ellos tienen que ver con la reflexión continua. Esto quiere decir que los innovadores “están abiertos a cuestionar su primera idea y la dirección del proyecto”, así como a recibir información nueva que puede resultar muy valiosa. Los perfiles más propensos a la innovación también son capaces de desapegarse de una idea y seguir abiertos a explorar varias direcciones posibles antes de decantarse por una sola opción.

La iniciativa, otra de las características que más demandarán los empleadores en los próximos años, también está presente en los innovadores: los individuos activos observados en el estudio “empujaron a sus equipos a pasar de la planificación de un experimento a la construcción de prototipos y a la ejecución temprana de los experimentos”. Esto es así porque tienen una gran capacidad para pasar del trabajo intelectual a las ideas prácticas.

Otras características observadas en las personas innovadoras son la capacidad de discernir oportunidades, la humildad intelectual, el coraje para colocarse en una situación vulnerable si es necesario, así como la capacidad para extraer aprendizajes e implementarlos.

Líderes en un entorno VUCA

La formación en innovación es imprescindible para los líderes

Todos esos rasgos que definen la personalidad innovadora suponen aportaciones muy valiosas para esas empresas que se ven inmersas en un entorno VUCA como el actual. Por eso los directivos necesitan fortalecerlas. 

Bob Johansen, autor del ensayo ‘Leaders Make the Future: Ten New Leadership Skills for an Uncertain World’, explica que los líderes necesitarán convertir la volatilidad en visión, la incertidumbre en comprensión, la complejidad en claridad y la ambigüedad en agilidad. Para la APD, estos directivos deben ser capaces de ejercer liderazgos positivos y tener la capacidad necesaria para adaptarse a los cambios. De esta manera es como pueden aportar la fuerza y estabilidad necesaria a sus empresas.

Para desarrollar este tipo de características, la formación es fundamental. De hecho, lo será a lo largo de toda la carrera profesional. Por esa razón, instituciones como ESADE ofrecen formación especialmente diseñada para directivos que desean desarrollar y fortalecer las habilidades necesarias para hacer frente a un entorno cambiante. Este es el caso de Thinking the Unknown, un programa desarrollado en colaboración con el CERN que muestra cómo el pensamiento científico puede aplicarse a la realidad de las empresas.

En este tipo de programas se entrenan características como la experimentación y la gestión de riesgos, el concepto de competitividad colaborativa o la capacidad de pensar de manera contraintuitiva y no lineal. Incluso la de cuestionar todas las ideas que se tienen acerca de la propia empresa.

Ejercitar estas habilidades permite situar la mente en el futuro de la empresa. Una capacidad que es imprescindible para hacer frente al mundo que viene.

Imágenes | iStock: ipopba, Pinkypills, gorodenkoff, shironosov

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