El salario mínimo y la destrucción de empleo: la eterna polémica sigue muy viva
Mundo Laboral

El salario mínimo y la destrucción de empleo: la eterna polémica sigue muy viva

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En El Blog Salmón hemos hablado mucho del salario mínimo y no es para menos. Aunque en España el debate surge solo cuando se van a aprobar los Presupuestos Generales del Estado, en EEUU llevan años debatiendo sobre si hay que elevarlo para sacar a más gente de la pobreza.

El problema es que si se eleva en exceso la consecuencia puede ser peor que el problema: destrucción de empleo. Y es sencillo de entender: si subiéramos el salario mínimo en España a 5.000 euros al mes, por ejemplo, se destruiría empleo y quebrarían negocios. Pero es un caso exagerado y lo que interesa saber es si subidas razonables y sostenidas del salario mínimo pueden ser absorbidas o generan desempleo.

El caso de EEUU

El debate sobre el salario mínimo en EEUU lleva mucho tiempo abierto. De hecho este año 19 estados lo han incrementado, debido a la presión social. El problema es que el Estado del Bienestar es menor que en otros países desarrollados y uno de los métodos "baratos" para combatir la pobreza es precisamente obligar a las empresas a pagar salarios más elevados.

Sin embargo no es un tema exclusivo de EEUU, por toda Europa hay países con salarios mínimos, incluso algunos bastante elevados para nuestro estándar (como por ejemplo Luxemburgo, con 2000 euros al mes en 12 pagas). También es cierto que el salario mínimo elevado también va a asociado a una alta productividad de la economía.

Lo interesante de EEUU es que las subidas que ha habido este año van a ser muy interesantes para poder contrastar en el futuro si estas subidas destruyen o no puestos de trabajo. Lo cierto es que ya hay estudios sobre el asunto pero las conclusiones están enfrentadas.

Nuevos estudios y robotización

Recientemente se ha publicado un nuevo estudio con datos desde 1980 a 2015. En este los autores se centran en empleos fácilmente "robotizables", es decir, en los que las personas se pueden sustituir por máquinas.

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Las conclusiones son demoledoras: las subidas de salario mínimo (incluso las de 1 dólar la hora) incrementan sensiblemente la automatización de las empresas y destruyen miles de empleos.

Sin embargo hay críticos con este nuevo estudio. Por ejemplo que se haya centrado solo en la gente con estudios de nivel medio y no se haya estudiado si al destruirse estos empleos aparecen nuevos de nivel superior. También que existen otros estudios (que de nuevo miran el empleo global) y que no encuentran efectos significativos.

Los autores se defienden: están estudiando precisamente la desaparición de empleos de gente que no puede reciclarse, por ejemplo del "rust belt" americano que dio la victoria a Trump ya que han visto como sus empleos desaparecían sin dejarles esperanza.

Subvenciones al empleo o subsidio

La polémica tiene muchas ramificaciones, más de las que pueden parecer a simple vista. Por un lado tenemos la polémica clásica, desempleo versus calidad de vida, y por supuesto la de si son las empresas y no el Estado (a través de los impuestos) quien debe evitar la pobreza de la población.

Pero todo esto tiene una derivada más, y es si mantener un salario mínimo bajo (o inexistente, como pasa en muchos países) lo que está evitando es que la productividad se dispare ya que a las empresas les sale a cuenta tener personal con bajos sueldos en lugar de mecanizar ciertas tareas.

Esto, además, se puede acentuar cuando algunos Estados crean complementos salariales (como el que propone Ciudadanos en España) que subvenciona a los trabajadores que reciben sueldos bajos. De nuevo podemos estar subvencionando una forma de contener la productividad de las empresas.

Por otro lado subir el salario mínimo puede tener un efecto contrario. Es una regulación que implica que un Estado no quiere tener sueldos más bajos de una cierta cantidad y que si hay que robotizar ciertas tareas (disparando la productividad) hay que hacerlo. Además, según muchos estudios, esto genera empleos más cualificados o nuevos que antes no existían. Y los que se quedan fuera (porque no pueden reciclarse) podrían cobrar un subsidio directo pagado con impuestos y que se financia por el aumento de la productividad de la sociedad. O incluso podríamos plantearnos una renta universal ante una robotización masiva de los puestos de trabajo.

Sin embargo esta visión es a bastante largo plazo. Lo que está claro es que el debate sobre los salarios mínimos seguirá vigente, y más donde haya poca protección social, y que los incrementos no pueden ser muy bruscos o las empresas no podrán adaptarse con suficiente antelación.

Imagen | FotoTrenz NRW, nSeika

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