Aunque el vapor, la electricidad o la digitalización han sido potentes elementos de transformación en el pasado, la inteligencia artificial hará parecer aquellos vertiginosos cambios como momentos planos en la historia. Durante los próximos 20 años el trabajo cambiará más que en los 20 siglos anteriores, ¿estamos preparados para ello?
La respuesta de muchos será negativa, puesto que, pese a vivir en el momento de mayor disrupción laboral de la historia, la mayoría de centros educativos sigue instruyendo como hace siglos, generando una brecha entre el talento que se necesita y la educación que deben recibir los líderes del futuro.
¿Somos conscientes de los cambios que vienen?
Un líder debería disponer de la última información sobre el impacto de la tecnología en el trabajo. Frey y Osborne son sin duda los investigadores más citados cuando se habla de empleo y futuro. Según su opinión, el 47% del trabajo es automatizable debido al avance de la inteligencia artificial, los robots, el deep learning o los sistemas expertos. ¿Es de verdad tan alarmante?
El 30% de las tareas del 60% de las profesiones ya son automatizables
Según McKinsey Global Institute, solo el 5% de las profesiones podrían ser sustituidas, aunque matizan que más del 60% de ellas tienen al menos un 30% de tareas que pueden ser automatizadas. Quizá el trabajo no vaya a desaparecer, pero no cabe duda de que cambiará debido a la inteligencia artificial. Y que muchas profesiones sí dejarán de existir.
La imagen de arriba muestra parte de un informe publicado en 2015 por Boston Consulting Group bajo el título de ‘The shifting economics of global manufacturing’. Se observa la paridad económica y sorpasso de diferentes sectores y su robotización. Por ejemplo, se puede ver cómo, hacia 2023, el coste a la hora de un robot en la industria del mueble será más asequible que el salario de una persona.
Si trabajamos en una empresa y nuestra competencia 'robotiza' sus instalaciones, quedaremos fuera de juego rápidamente. Este es el motivo de que la estrategia winner-takes-all esté tan extendida, provocando que muchas empresas busquen formación ad hoc para sus empleados. Ninguna marca quiere engrosar el porcentaje de “automatizable” si no es para obtener beneficio por ello.
El 65,6% de las empresas tienen vacantes que no consiguen cubrir
Pero, ¿cómo pueden conjugarse los datos de automatización con el déficit de talento que presenciamos? Según un estudio publicado por Randstad en 2018, “el 55% de las compañías en España tienen dificultades para encontrar candidatos”. De hecho, el 65,6% de las empresas aún tienen vacantes por cubrir, lo que confirma la brecha entre formación y demanda del mundo laboral. La IA no nos sustituye, nos complementa, y tendremos que aprender a utilizarla.
La inteligencia artificial nos desplaza, pero hacia arriba
En palabras del economista Manuel Hidalgo, en su libro ‘El empleo del futuro’ (2018), “la percepción en general es que los seres humanos somos un poco más prescindibles”. Sin embargo esta percepción parte de la base de que las máquinas nos empujan lentamente hacia el precipicio del desempleo o, como dice el historiador Yuval Noah Harari en ‘Homo Deus’, inempleo. Pero esto no es del todo exacto.
En España se crearán 3,8 millones de empleos orientados a la tecnología
Según un informe de UGT de 2018 se perderán 1,4 millones de empleos “en aquellas ocupaciones fácilmente reemplazables por robots”, sí. Pero también se crearán 3,2 millones adaptados a la digitalización y sus variaciones, y al menos 600.000 en puestos de trabajo “que requieren un alto componente humano”.
De ahí la importancia de formarse ahora que todavía hay tiempo de coger la ola de la inteligencia artificial, un paso recomendable tanto para profesionales que busquen invertir en sí mismos como para empresas que quieran contar con trabajadores formados en másters como el ‘Executive Master in Business Analytics’ de ESADE, que busca enseñar a extraer inteligencia de los datos.
Esto es útil no solo a las empresas privadas, sino también a la intersección del sector público, privado y sin ánimo de lucro en su uso de la inteligencia artificial. El profesor de ESADE Marc Esteve, autor de ‘Artificial intelligence for the public sector’, habla de este desafío de trabajo conjunto entre sectores como una oportunidad de mejora no exenta de dificultades. Y es que, según subraya, "existe un importante déficit de competencias en IA entre el sector público y las empresas y las universidades.
Las habilidades que harán falta en el mundo laboral
Estas dificultades supondrán un reto para las empresas, que serán juzgadas según su resiliencia, flexibilidad y capacidad de transformación frente a las amenazas externas. Solo aquellas compañías que hayan sabido usar el talento de su capital humano, combinado con la inteligencia de las máquinas, serán capaces de seguir adelante. Y esto lleva de nuevo al componente humano mencionado arriba.
Es necesario que los programas de formación se adapten a profesionales y empresas
Andrew Yang, candidato demócrata a las elecciones estadounidenses de 2020, habla de human-centered capitalism a la hora de potenciar habilidades humanas. No se trata de un concepto propio de Estados Unidos. Ya lo escuchamos en el informe de UGT y lo observamos de nuevo en la serie de vídeos elaborada por la Fundación COTEC en 2019 titulada ‘Mi empleo, mi futuro’.
Estas tres referencias, así como estudios recientes, destacan la creatividad, el pensamiento crítico y la complementariedad entre personas y máquinas como habilidades cada vez más demandadas. Otros informes, como el que ha desarrollado LinkedIn, destacan también la persuasión, la colaboración, la adaptabilidad o la buena gestión del tiempo, entre otros. Y todos subrayan la importancia de la inteligencia artificial.
Los líderes del futuro entenderán y aprovecharán los cambios que vienen
Formar a los líderes del futuro no es una tarea fácil, pero todos los expertos coinciden en que luchar contra las máquinas, tratar de seguir realizando su trabajo, carece de sentido. Para ello ESADE incorpora a su cartera programas como ‘Thinking the Unknown’, para potenciar el pensamiento científico; o ‘Journey to Business Transformation’, en las instalaciones de la NASA y ofrecido por la Singularity University, que tiene por objetivo entender cómo funciona la tecnología exponencial y la disrupción.
España, un país lleno de oportunidades
España se va quedando atrás en desarrollo en inteligencia artificial. China y Estados Unidos, en este orden, se alejan de Europa en materia de patentes, inversión o startups orientadas al desarrollo de esta tecnología y su implementación. Abajo se incluye un resumen con datos de la Organización Mundial de la Propiedad en su informe ‘Indicadores mundiales de propiedad intelectual’.
Ya hemos destacado la importancia de entender los cambios que vienen, qué buscan las empresas que ya lo están haciendo o la relevancia de contar con trabajadores formados mediante programas específicos como los que ofrece ESADE. También vemos cómo España (aún) no aparece en la gráfica superior, lo que también puede leerse como una oportunidad.
En 2020 harán falta 80.000 profesionales tecnológicos
Las empresas españolas, desde las micropymes a las más grandes, aún están realizando su conversión a empresas digitales y pronto tendrán que afrontar el reto de convertirse en parte de la economía 4.0 de la mano de la inteligencia artificial. Algunas, nacidas como startups eminentemente tecnológicas, guiarán al resto en esta transición.
Rescatamos la necesidad de formarse con un manifiesto, elaborado por la AMETIC (Asociación de empresas de electrónica), UGT y CCOO, en el que se destaca que hacia 2020 harán falta 80.000 profesionales tecnológicos y personal de alto nivel que sea capaz de aprovechar este capital humano frente a las máquinas. Las empresas no se pueden construir sin personas, por mucha automatización que haya.
Los márgenes de crecimiento para la implantación y explotación de la inteligencia artificial en una industria aún no digitalizada es inmenso. Según el informe ‘Exploiting the AI revolution’ de PwC, el PIB mundial crecerá un 14% hasta 2030 debido únicamente a esta tecnología. Nuestra generación tiene hoy la oportunidad de invertir en este futuro.
Imágenes | Hitesh Choudhary, Franck V., BCG y Pexels