"El gran empujón" es el título del segundo libro de José Félix Pérez-Orive. Su subtítulo es "la aventura de emprender y montarse por libre", lo que deja bien a las claras cuál es su contenido: reflexiones sobre el entorno en el que los movemos, la figura del emprendedor, y el proceso de emprender, reflexiones orientadas a hacernos preguntas sobre nuestras aptitudes para emprender, y guías sobre algunos aspectos a tener en cuenta si decidimos tomar ese camino.
Lógicamente, con ese contenido, es un libro atractivo para muchos que ven en el autoempleo y en el mundo de los negocios una salida a su situación laboral. El título del libro está relacionado con la idea de que, para emprender, hace falta que alguien o algo nos de ese "gran empujón". A veces toma forma de una situación laboral difícil, de un despido, de un cambio de rumbo en la empresa, de una herencia inesperada... pero sin ese empujón, es difícil que uno se decida a emprender por sí mismos.
Unas buenas perspectivas que, sin embargo (en mi opinión) no llegan a confirmarse en este libro. El libro contiene algunos puntos interesantes y que generan cierta reflexión. Sin embargo, su gran problema y lo que desde mi punto de vista lo convierte en un libro fallido, es que esos puntos interesantes ni son especialmente novedosos (ya han sido tratados por otros autores en otras ocasiones) ni están expuestos de una forma demasiado atractiva para el lector.
La estructuración de ideas no está muy clara, lo cual hace complicado seguir el hilo argumental de página a página. El lenguaje del autor tampoco ayuda, ya que en ocasiones es innecesariamente rebuscado tanto en la composición sintáctica como en el vocabolario utilizado. Las anécdotas, que en principio podían servir para apoyar alguna tésis o aligerar la lectura, no resultan tan pertinentes y clarificadoras como se podría esperar, y en ocasiones me han llevado a penar "¿qué tiene que ver esto con lo que estaba contando?".
El fondo de su mensaje tiene sentido, sí. Pero en mi opinión no aporta nada nuevo, nada que no se haya dicho ya en otros artículos y libros. El autor se inspira en ellos (de forma más o menos expresa, según el caso) y los empaqueta con el barniz (abusivo, en ocasiones) de su propia experiencia. Si al menos fuese una experiencia extraordinariamente relevante, o hubiese hecho un enfoque integrador, o al menos didáctico, el libro tendría un mayor calado. Pero tal y como ha quedado, y pese al éxito de ventas obtenido, no resulta una aportación de extraordinario valor para la literatura de gestión.
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