Los medios de comunicación españoles se han centrado en indicar que los beneficios de Telefónica en los primeros nueve meses del año han caído con fuerza, pero no se atreven a titular que en el tercer trimestre el operador español ha tenido 429 millones de pérdidas. El motivo principal es la provisión de 2.671 millones de euros para el ERE.
Pero desde luego las cifras de Telefónica no son buenas si nos centramos en España, y no sólo es el ERE: disminución del EBITDA del 50% y pérdida de clientes del 2,5% (frente a un crecimiento del grupo del 6,2%). America Latina sigue siendo el generador de buenas noticias, y Brasil se está convirtiendo en un mercado clave para el grupo.
Todo esto va en la línea de las reestructuraciones del grupo. España cada vez pierde más importancia, y otros mercados ganan. Esto trae consecuencias sobre el empleo. Es mejor llevarse divisiones a otros sitios, no necesitarán tantos empleos en España, pero sí en otros lugares del mundo. Al final la último reestructuración que hubo iba en ese camino.
Curioso, por cierto, que los analistas no se esperan unas pérdidas tan grandes. Quizá no podían imaginar que el coste del ERE de 6.500 empleados fuera tan alto, o quizá no esperaban que viniera todo a la vez, ERE y cifras no tan buenas. Lo cierto es que a pesar del polémico ERE lo que está claro es que Telefónica supo adelantarse a los acontecimientos. Planeo el ERE cuando las cifras eran muy buenas y ha llegado el momento de hacerlo cuando las cifras no son tan buenas (por supuesto excluyendo los costes del ERE).
Vía | El País, ZDnet (inglés)
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