Mankiw, Rogoff y Krugman, la conjura de los keynesianos

Mankiw, Rogoff y Krugman, la conjura de los keynesianos
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Los keynesianos se están juntando, reuniendo fuerzas para pedir medidas que, ellos dicen, son el camino para resolver todos nuestros problemas.

Es un ambiente donde las personas normales buscan soluciones a una situación que no entienden. En este ambiente, los políticos, que tampoco tienen idea de qué pasó y qué está pasando, están en su salsa.

Ninguno sabe qué hacer pero saben que es bueno anuciar soluciones, supuestas soluciones, y ven la oportunidad para cambiar las cosas para que estén más a su gusto, es decir, para que manden ellos más.

En este ambiente, es importante que el análisis de lo que pasó y de las medidas que se anuncian sigan algún criterio razonable y razonada.

Esto es importante porque las medidas que se anuncian tienen un coste que, de una forma u otra y tarde o temprano, hay que pagarlo.

Ahora tenemos a tres grandes keynesianos actuales asociándose para proponer su solucion para la crisis financiera, la inflación, alardeado ayer en estas páginas por mi compañero Marco Antonio.

Los tres grandes keynesianos son Gregory Mankiw, ex asesor del segundo Presidente Bush, Kenneth Rogoff, ex economista del FMI, y premio Nóbel de economía, Paul Krugman.

Esta nueva visión por lo menos confirma lo que he estado diciendo en estas páginas durante bastante tiempo, que las propuesas, las intervenciones y el despilfarro de los gobiernos nos llevará a la inflación con toda seguridad.

Como esto será la situación y como ellos ahora parece que lo ven venir, su estrategia es minimizar el problema y pronunciar que la inflación será la solución del problema.

Como todo el despilfarro estatal está dejando una montaña de deuda, deuda que las futuras generaciones tendrán que pagar, buscan la aparente fácil solución de permitir la inflación. Como la deuda no se infla, con inflación esta deuda valdrá cada vez menos en términos reales y, por lo tanto, piensan que será cada más fácil repagarla. Malabaristas con sus trucos.

Estos grandes economistas han caído en dos trampas económicas.

Primero, como suele ocurrir con keynesianos, se olvidan que toda ecuación tiene dos lados, que nada es gratis, y que toda supuesta solución tiene otro lado de malo, de costoso y de castigo.

Uno de los objetivos de este plan es que la gente deje de ahorrar su dinero para que lo gaste y que tome préstamos para gastar. Esto repercutirá en más consumo, en más producción y en más empleo. Suena bien, ¿no?

Pero hay otro lado de esta propuesta. El otro lado es encuentrar a alguien que quiera prestar. La conclusión de los que prestarían en esta situación será o no prestar o cobrar unos márgenes que les dará retornos reales (es decir, por encima de la inflación) suficientes como para compensar las pérdidas causadas por la inflación, las pérdidas en poder adquisitivo, añadiendo algo más de margen para cubrir el aumento en la inseguridad.

Los niveles de intereses subirán hasta los cielos, incluso en este entorno de bajo intereses de los bancos centrales.

Lo que pasará es que los únicos que tomarán préstamos serán la minoría, los que no tienen alternativa, los que tienen que hacerlo y pagarán lo que sea.

El resto se quedarán como están, más o menos como ahora, justo lo contrario de lo que las autoridades quieren, que es que los bancos presten, que se tomen préstamos y que el mercado se mueva. Por eso bajaron los niveles de intereses inicialmente, inutilmente como demostraron los resultados en un entorno de desconfianza.

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Como vemos en el gráfico de la curva de TED, es decir, la diferencia entre lo que se cobra a los clientes por préstamos de tres meses y el nivel de intereses de la FED para tres meses, es decir, el margen (el spread) puede ser muy volátil y puede subir mucho cuando los bancos ven que tienen que ser compensados por más incertidumbre y para compensar la pérdidas de valor.

Como vemos, el TED ha vuelto a bajar, indicando que los bancos están mucho más dispuestos a prestar que durante estos último meses. ¿No era lo que buscábamos? Como he dicho en estas páginas, en contra de uno de estos keynesianos, Paul Krugman, las cosas volverán a su cauce antes de lo que piensan los catastrofistas, si los trucos no hacen descarrilar el camino.

Ahora estos keynesianos quieren introducir más incertidumbre financiera al sistema a través de la inflación, incertidumbre que tendrá un costo.

Hemos hablado en estas páginas de que uno de los problemas de la economía es la incertidumbre del sistema y, por eso los bancos no prestan y los consumidores no gastan. Hay liquidez para ahogarse pero nadie lo quiere mover, eso nos demuestra el bajo nivel de volatilidad del dinero.

Introducir aún más incertidumbre a través de la inflación es otra equivocación más de las muchas que hemos visto y de las muchas que estos keynesianos han aplaudido.

Lástima que no está vivo el gran economista, Milton Friedman, con su grandísimo poder de análisis y convencimiento, para presentar su causa con honestidad y racionalidad, en contra de las tantas barbaridades y tonterías que se ha dicho sobre sus pensamientos y, peor, sobre su persona.

Segundo, estos grandes genios keynesianos han vuelto a tragar la curva de Phillips, es decir que se puede aceptar algo de inflación para reducir el desempleo. Bueno, los keynesianos nunca han dejado de creer en la curva de Phillips.

Ya hace más de 40 años que se demostró, y se sigue demostrando, que cuando se acepta un poco de inflación para reducir el desempleo, se termina con los dos, con inflación y con desempleo.

Espero que Edmund Phelps, que si está vivo, que ganó el Premio Nobel de Economía (hay premios nóbeles para todos los gustos), en parte demostrando que la curva de Phillips no tenía validez, y alguno más, salgan para combatir estas ‘nuevas ideas’ que realmente son las viejas ideas recalentadas, con un Neo por delante.

Lo que pasa con los que pronuncian la muerte del monetarismo, como también ha hecho mi compañero, Marco Antonio, muchas veces en estas páginas, ignoran sus leyes y sus exigencias con el coste resultante de que proponen medidas que nos dejarán igual o peor de lo que estamos.

Eso lo estamos viendo con los grandes despilfarros keynesianos que han conseguirdo poco o nada, bueno, muchos déficits y mucha deuda pero poquísima demanda.

Vía | Libertad Digital
En El Blog Salmón | Ahora la inflación es una pócima curativa, ¿Hay riesgo de inflación? Pues sí y ¿Riesgos de inflación? No, por el contrario
Gráfico de la curva TED | Economist

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