El turismo todavía no ha llegado a niveles de 2019 pero los campings se están poniendo las botas

El turismo todavía no ha llegado a niveles de 2019 pero los campings se están poniendo las botas
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Este verano de 2022 era el verano prometido para el turismo. Las previsiones hablaban de volver a los niveles de 2019, antes de la pandemia, sobre todo por la recuperación del turismo internacional. Pero parece que eso va a tener que esperar al próximo año.

La guerra de Ucrania ha desatado una inflación global que va camino de convertirse en recesión en todo el mundo, de ahí que los visitantes extranjeros se lo hayan pensado un poco antes de viajar. Aunque la cosa no va mal, pues en julio llegaron nuestro país 7,5 millones de visitantes foráneos, el triple que en 2021, pero aún no llegamos a las cifras de 2019, que fue un año de récord.

Así, en junio el alojamiento de extranjeros todavía estaba un 10,6% por debajo de los valores prepandemia. La buena noticia es que los españoles tampoco estamos yendo tanto fuera, de ahí las playas llenas y los buenos datos que se están dando.

Pero sobre todo es curioso donde más se está notando este factor: en los camping. Se están convirtiendo en los reyes del verano, porque en un entorno de precios altos, el camping es la opción más asequible para tener vacaciones 'low cost'.

El camping, el rey del verano

Lo que tenemos en junio son 28,2 millones de pernoctaciones nacionales en campings, muy por encima de los 17,1 millones de pernoctaciones en apartamentos (otra opción más asequible) y de los 4,7 millones en hoteles.

Teniendo en cuenta que los camping también tuvieron 8,5 millones de pernoctaciones de extranjeros, es el único alojamiento turístico que ha superado los valores prepandemia.

Que las opciones más baratas están triunfando este verano también se ve en que en junio el gasto turístico fue un 7% inferior al mismo mes de 2019. También en ello tiene que ver la menor entrada de extranjeros, porque la duración de los viajes aumentó.

Pero al final el turismo internacional tira mucho en nuestras cuentas, y es en el que estamos pinchando este verano. En algunas comunidades, como la Valenciana, sí que se ha vuelto a lo de entonces, pero otras como Cataluña pinchan.

Por lo tanto, este verano todavía no vamos a llegar a la ansiada recuperación del turismo y precisamente lo vamos a necesitar más que nunca. Con el patrón industrial que se viene por la inflación y el encarecimiento de costes, el turismo debe ser el caballo de batalla que nos evite (o minimice, realmente) la temida recesión que se viene.

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