Según Nokia (el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo) este año que viene se van a vender menos teléfonos móviles. El fabricante finés preveía vender 346 millones de unidades durante el próximo año, ha reducido su previsión a 330 millones. Para los próximos años si se prevé que sigan subiendo las ventas de smartphones, aunque aquí sufre la competencia de Apple y de RIM.
Hasta el momento los teléfonos móviles se habían vendido como rosquillas. Se van a seguir vendiendo en grandes cantidades, pero no va a cercer el mercado. Va a ser muy interesante ver como reacciona una industria que hasta el momento no ha conocido la crisis. Ahora va a tocar recorte de gastos en una serie de empresas que hasta el momento estaban acostumbradas a aumentar su estructura todos los días.
Parece que ante la crisis las familias están reaccionando alargando la vida de sus electrodomésticos. Se han acabado los tiempos de cambiar de móvil cada año. Pero claro, eso no es más que una pescadilla que se muerde la cola, las familias consumen menos porque se temen lo peor, eso hace que se venda menos y las empresas necesiten menos empleados. El paro aumenta y las familias asustadas ahorran más todavía…
Supongo que al igual que con las inmobiliarias acabarán cerrando muchas tiendas de móviles que últimamente han crecido como setas por el paisaje urbano. Han tenido sentido mientras que la gente compraba su primer teléfono, y cuando se pasaban a contrato, pero no con un mercado estable. Esta situación se une a la reciente incorporación de un arancel sobre los teléfonos móviles en la Unión Europea. Si en Europa el mercado no está en su mejor momento el arancel no va a ayudar mucho a los vendedores de teléfonos.
Vía | Xataka móvil
Imagen| theowl84