
Durante años, la narrativa económica sobre España ha estado marcada por cifras que la situaban por debajo de la media europea en renta per cápita. Sin embargo, los datos más recientes apuntan a una recuperación estructural que va más allá del crecimiento del PIB agregado.
Según los datos de Eurostat, en 2024, España ha alcanzado el 92 % del PIB per cápita medio de la Unión Europea, ajustado por paridad de poder adquisitivo (PPA). El dato confirma la tendencia iniciada tras la pandemia: España ha superado ya a República Checa y Eslovenia, y se consolida como una de las economías que más ha reducido la brecha con el núcleo europeo en los últimos cinco años.
Más renta, no solo más PIB
Si bien parte de la mejora se explica por el rebote económico postpandemia, otros factores estructurales han contribuido a consolidar el crecimiento.
No se trata solo de un crecimiento macroeconómico. Según la OCDE, España lideró el aumento de los ingresos reales de los hogares en el tercer trimestre de 2024, con un crecimiento del 2,2 %, el mayor entre las economías desarrolladas.
Este avance se explica, en gran parte, por la mejora de las rentas de propiedad, que pasaron del 6,6 % al 10,4 % en cinco años, reflejando una mayor capacidad de ahorro, inversión y retorno para las familias.
Además, la economía española sigue creciendo un 3,2 % en 2024, impulsada por el consumo de los hogares, principalmente, y apoyada por el consumo interno, el turismo y la llegada de inmigración cualificada, según el INE. En paralelo, el Banco de España también mejoró sus previsiones, con un recimiento de más de un 2,5 % para 2025.
El largo camino...
La evolución del PIB per cápita sigue sin colocar a España en el grupo de cabeza de Europa, pero sí acorta distancias como no ocurría desde antes de la crisis financiera de 2008.
Como muestra el gráfico elaborado por el usuario @combarro a partir de datos oficiales, España se sitúa en 2024 más cerca que nunca del promedio europeo en términos de renta por habitante.
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— Combarro (@_combarro_) May 2, 2025
Siempre preguntáis por los valores Per cápita. Tomando la última información disponible EPA y CN.
. PIB real
. Población total
. PIB real per cápita
Todo referenciado a 2019=100 pic.twitter.com/8fM4JzjFUN
Esta mejora, aunque significativa, todavía convive con retos estructurales como el desempleo juvenil o la dualidad del mercado laboral. No obstante, los datos muestran que el crecimiento no es solo nominal, sino también tangible para un amplio porcentaje de los hogares
En términos de PIB per cápita en PPA, España sigue por detrás de potencias como Alemania (115 %) o Francia (106 %), pero ha recortado distancias. Además del sorpasso a Chequia y Eslovenia, la brecha con Italia también se ha estrechado, situándose por primera vez en años dentro de un margen de dos puntos porcentuales. Esto sugiere que España está abandonando el vagón de cola de Europa Occidental para consolidarse en un bloque medio-alto de convergencia.
A pesar de los avances, algunos analistas advierten que el crecimiento del PIB per cápita puede verse limitado a medio plazo si no se abordan cuestiones clave, como la baja inversión en I+D, la escasa productividad de buena parte del tejido empresarial y la desigual distribución territorial de la renta.
Además, fenómenos como el envejecimiento poblacional y la dependencia del turismo también podrían afectar a la sostenibilidad del modelo. El reto no es solo crecer más, sino mejor y de forma más equitativa.
Parafrasenado aquel famoso "España va bien", hoy, parece un poco más cierto que nunca. Y no solo lo dicen los grandes números del PIB, sino también el avance en renta per cápita, la mejora del poder adquisitivo de los hogares y la consolidación de una tendencia que reduce la brecha con Europa. Por primera vez en tiempo, el país crece, y los datos acompañan.