Las redes sociales se han inundado de supuestos gurús sobre economía, bolsa y finanzas, pero ¿qué ocurre cuando su propósito es sentar cátedra y consiguen justo lo contrario? Cada vez hay más casos donde estos profesionales, de repente, quedan en entredicho.
Uno de los ejemplos más notorios es la del conocido inversor y gestor de hedge funds estadounidense Michael Burry, conocido por su estilo de inversión contrarian y su capacidad para identificar oportunidades en los mercados.
Burry recomendó en enero de 2023 “sell”. Sin embargo, desde entonces el índice S&P 500 ha subido aproximadamente un 47%. O lo que es lo mismo: los gurús de la bolsa dejan de serlo efectivamente cuando se ponen bajistas, especialmente si fallan en sus predicciones.
The S&P 500 is up 47% since Michael Burry said “sell.” pic.twitter.com/djrQAtdmYI
— WOLF (@WOLF_Financial) June 8, 2025
Es habitual tomar muy en serio las recomendaciones bajistas, especialmente cuando provienen de figuras reconocidas. Sin embargo, la realidad del mercado demuestra que el timing es extraordinariamente complejo.
La advertencia de Burry y su impacto perdido
Cuando Michael Burry publicó en su cuenta de X la palabra “sell” el 31 de enero de 2023, muchos inversores se alarmaron. Esa señal generó un temor generalizado acerca de un posible colapso bursátil en un entorno incierto, marcado por la política de tipos agresiva de la Reserva Federal.
No obstante, desde ese pico de pesimismo, el S&P 500 escaló un 47%. Y la lección es clara: incluso las figuras más reputadas pueden errar. Y cuando esas voces se tornan bajistas sin suficiente fundamento, su autoridad se diluye. Este fenómeno afecta no solo a Burry, sino también a otros expertos que se anticipan a caídas sin base sólida.
¿Por qué falla el pronóstico bajista?
Uno de los problemas de la estrategia bajista es que demanda sincronizar eventos adversos con anticipación. Predecir un recorte del mercado en el largo plazo puede tener sentido; sin embargo, transformar esa convicción en una señal de “vendiendo ahora” requiere una precisión casi imposible.
Además, los mercados pueden sostener rallies prolongados incluso en entornos negativos. Alerta tras alerta bajista, cuando la bolsa sigue subiendo, la credibilidad del orador se desvanece. La advertencia de Burry fue un ejemplo emblemático: su voz bajista volvió invalidada ante el fuerte rebote del mercado.
Repercusiones para inversores y gestores
La pérdida de confianza en analistas bajistas tiene consecuencias tangibles. Los inversores que siguieron la recomendación de Burry vendiendo o recortando exposición al mercado se perdieron de beneficios significativos. Este desenlace refuerza la certeza de que los gurús de la bolsa dejan de serlo cuando se ponen bajistas, pues al perder la oportunidad de participar en subidas prolongadas, su prestigio se ve comprometido.
Además, gestores de fondos que ajustaron sus carteras en función de esa recomendación pagaron el precio por anticiparse en exceso. En lugar de protegerse, generaron rentabilidades inferiores a las del mercado, lo que debilitó su imagen profesional.
Lecciones para analizar predicciones
El caso Burry enseña que, aunque los analistas bajistas tengan una trayectoria sólida, no son infalibles. Hay que valorar sus argumentos, pero también contextualizarlos.
Por otra parte, esta experiencia subraya la importancia de mantener una visión equilibrada y no actuar precipitados ante advertencias bajistas. Una estrategia diversificada y con objetivos claros sobre qué escenarios activar puede ser más efectiva que reaccionar a mensajes impactantes.
¿Están los gurús perdiendo relevancia?
No todos los expertos fallan. Todos pueden tener errores puntuales y conservar su credibilidad. En cambio, aquellos gurús que asocian su reputación a cada predicción y se desmarcan tras un fallo pierden autoridad ante el público.
El episodio con Burry en 2023 recordó que la inversión no es una previsión puntual, sino una estrategia colectiva a medio o largo plazo. En este sentido, seguir al mercado por convicción y no por miedo permite mantener una percepción racional, frente al caos que generan los gurús bajistas que fracasan en sus pronósticos.
Ante señales de expertos que advierten caídas, es prudente mantener la calma y analizar los fundamentos. Evitar decisiones impulsivas tras escuchar un “sell” de un gurú puede salvarte de perderte rallies inesperados.