El Pacto del Euro ¿está bien así?

El Pacto del Euro ¿está bien así?
22 comentarios


El 19 de junio una serie de multitudinarias manifestaciones en toda España mostraban pacíficamente su rechazo al Pacto del Euro. Este Pacto, como ya comentaba Remo en su entrada es un acuerdo a nivel europeo para trazar el camino de salida de la crisis.

El Pacto del Euro busca: Impulsar la competitividad, impulsar el empleo, incremento de la sostenibilidad de las finanzas públicas y refuerzo de la estabilidad financiera. Para lograrlo propone una serie de medidas que paso a comentar, punto por punto:

Impulsar la competitividad


Cada país será responsable de las medidas específicas que elija para impulsar la competitividad, pero se prestará particular atención a las medidas siguientes:


    Respeto de las tradiciones nacionales de diálogo social y relaciones laborales y medidas que garanticen la evolución de los costes de acuerdo con la productividad, tales como:

  • Revisión de los acuerdos de fijación de salarios y, cuando sea necesario, del nivel de centralización en el proceso de negociación y de los mecanismos de indexación, a la vez que se mantiene la autonomía de los interlocutores sociales en el proceso de negociación colectiva.
  • Garantía de que la fijación de salarios en el sector público contribuye a los esfuerzos de competitividad en el sector privado (sin olvidar el importante efecto de referencia de los salarios del sector público).

    • Medidas de aumento de la productividad, tales como:
    • Mayor apertura de los sectores protegidos con medidas a escala nacional para suprimir restricciones injustificadas en los servicios profesionales y en el sector de la venta minorista, para fomentar así la competitividad y la eficiencia, dentro del pleno respeto del acervo comunitario.

  • Esfuerzos específicos para mejorar los sistemas educativos y fomentar el sector I+D, la innovación y las infraestructuras.
  • Medidas para mejorar el entorno empresarial, sobre todo para las PYME, en particular mediante la supresión de trámites burocráticos y la mejora del marco reglamentario (por ejemplo la legislación sobre quiebra o el código de comercio).

  • Se pide que se vinculen los costes salariales a la productividad, y se propone para aumentar la competitividad que se mejore el I+D, que se abran sectores protegidos para fomentar la entrada de nuevos competidores y que se supriman trámites burocráticos de manera que mejoren las condiciones de competitividad de las empresas; hasta aquí, yo encuentro que, tanto los objetivos, como las medidas propuestas no son objeto de reproche alguno.

    El problema viene en la urgencia por conseguir ese aumento de la productividad, hay que conseguirlo ya, y eso sólo es posible de una manera, reduciendo salarios. El I+D, la educación, la innovación y las infraestructuras, no están disponibles de hoy para mañana, y, cuando no se piensa en el largo plazo, ni siquiera en el medio, sino en el ahora; sólo queda una salida: la trampa del pan para hoy y hambre para mañana. Los sueldos se pueden seguir bajando, hasta llegar a la esclavitud, pero creo que ese no debería ser el camino a seguir.

    Impulsar el empleo


      Cada país será responsable de las medidas concretas que elija para impulsar el empleo, pero se prestará particular atención a las reformas siguientes:
    • Reformas del mercado laboral para fomentar la “flexiseguridad”, la reducción del trabajo no declarado y el aumento de la tasa de actividad.

  • Educación permanente.
  • Reformas fiscales, tales como la reducción de la presión impositiva sobre las rentas del trabajo para lograr que trabajar resulte rentable, a la vez que se mantienen los ingresos fiscales globales, y adopción de medidas para facilitar la participación de una segunda persona empleada por hogar en la población activa.

  • Por lo que leo aquí, lo que se propone es una reducción de impuestos en el ámbito laboral, lo que permitiría no tener que recurrir a prácticas fraudulentas para llegar a fin de mes. Lo planteado en este sentido me parece muy acertado también, la manera de incentivar la creación de empleo, contrariamente a las medidas aplicadas por nuestro gobierno de abaratar el despido (que sólo beneficia a las empresas que se quieren deshacer de masa laboral, ya que les supone un menor coste, pero no beneficia a las que quieren o necesitan mantener a la plantilla), o abaratar la contratación (que fomenta, combinada con el despido barato, la rotación de trabajadores en precario), pasa por abaratar el mantenimiento de los puestos de trabajo, porque si te salen algo más baratos los empleados que tienes, igual te planteas contratar alguno más si lo necesitas.

    Incremento de la sostenibilidad de las finanzas públicas

    Para garantizar la plena aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, se prestará la máxima atención a:
    Sostenibilidad de las pensiones, de la atención sanitaria y de las prestaciones sociales


      Todo ello se evaluará particularmente sobre la base de los indicadores de la brecha de sostenibilidad. Estos indicadores miden si los niveles de deuda son sostenibles sobre la base de las políticas en curso, en particular los regímenes de pensiones, la atención sanitaria y los sistemas de prestaciones sociales, a la vez que se tienen en cuenta los factores demográficos.

      Las reformas necesarias para garantizar la sostenibilidad y la suficiencia de las pensiones y de las prestaciones sociales podrían incluir:
    • Ajustar el régimen de pensiones a la situación demográfica nacional, por ejemplo mediante el ajuste de la edad de jubilación efectiva a la esperanza de vida o mediante el incremento de la tasa de actividad.

  • Limitar los planes de jubilación anticipada y el uso de incentivos específicos para emplear a trabajadores de más edad (en especial en el tramo de edad de más de 55 años).
  • Normas presupuestarias nacionales


      Los Estados miembros de la zona del euro se comprometen a traducir las normas presupuestarias de la UE establecidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en legislación nacional. Los Estados miembros seleccionarán el vector jurídico nacional que se emplee, pero se asegurarán de que posee un carácter vinculante y duradero suficientemente sólido (por ejemplo, constitucional o de ley marco).

    La formulación exacta de la norma también será decidida por cada país (podría tener, por ejemplo, la forma de un “freno del endeudamiento”, una norma relacionada con el equilibrio primario o una norma de gasto), si bien deberá asegurar la disciplina presupuestaria tanto en el nivel nacional como en el subnacional. La Comisión tendrá la oportunidad, dentro del pleno respeto de las prerrogativas de los parlamentos nacionales, de ser consultada sobre la norma presupuestaria precisa antes de su adopción, a fin de asegurarse de que es compatible con la normativa de la UE y la apoya.

    Está claro que las finanzas públicas han de ser sostenibles, pero lo serán por sí mismas con el sistema actual si el empleo se mantiene en niveles aceptables, si los salarios son suficientes para cubrir la demanda y si la actividad económica es estable, lo que permite que se generen ingresos estables al estado.

    Recortando las pensiones, elevando la edad de jubilación con la excusa de motivaciones demográficas, sólo se logra desencanto y falta de confianza en el futuro. Si ahora hay más trabajadores que pensionistas y la tendencia es a que esa proporción se invierta, la solución no pasa únicamente porque los trabajadores trabajen más años, hay otra manera, que trabajen con mayores salarios, de tal manera que las cotizaciones de un trabajador puedan garantizar la pensión de cuatro pensionistas si hace falta, y no porque los pensionistas cobren poco, sino porque los trabajadores cobrando más, cotizarán más, pero también consumirán.

    Por supuesto otra de las maneras de conseguir que las finanzas públicas sean sostenibles, pasa por la racionalización del gasto, de la que no habla, pero sobre la que ya han opinado nuestros lectores, apuntando hacia donde deberían dirigirse los recortes.

    Refuerzo de la estabilidad financiera


      Para la estabilidad general de la zona del euro es clave un sector financiero fuerte. Se ha puesto en marcha una reforma completa del marco de la UE para la supervisión y la reglamentación del sector financiero.
      En este contexto, los Estados miembros se comprometen a establecer legislación nacional para la resolución bancaria, respetando plenamente el acervo comunitario.

    Se efectuarán periódicamente estrictas pruebas de resistencia bancaria, coordinadas a escala de la UE. Además, se invitará al Presidente de la JERS y al Presidente del Eurogrupo a informar con regularidad a los Jefes de Estado o de Gobierno sobre las cuestiones relativas a la estabilidad macrofinanciera y a la evolución macroeconómica dentro de la zona del euro que requieran medidas específicas. En particular, respecto de cada Estado miembro, se seguirá de cerca el nivel de la deuda privada de los bancos, las familias y las sociedades no financieras.

    Estas medidas suenan muy bien, y sin duda, si funcionasen tan bien como suenan, no habría pega alguna que ponerles. Es indudable que necesitamos un sistema financiero fuerte, pero la vía para conseguirlo, que no se menciona en el texto, pasa por deshacerse de los eslabones débiles, haciendo pagar a los malos gestores por sus “errores” de gestión, haciendo que las entidades que han estado cobrando intereses por asumir los riesgos de las deudas (desde las individuales a las estatales) que ellos mismo evaluaron, asuman las pérdidas que producen los impagos que supuestamente ya habían considerado, y no socialicen las pérdidas, porque eso no es asumir riesgo alguno.

    Coordinación de la política tributaria


      La imposición directa sigue siendo competencia nacional. La coordinación pragmática de las políticas tributarias es un elemento necesario de una coordinación más intensa de las políticas económicas de la zona del euro para apoyar la consolidación presupuestaria y el crecimiento económico. En este contexto, los Estados miembros se comprometen a entablar debates estructurados en torno a la política tributaria, en particular para asegurar el intercambio de prácticas idóneas, evitar las prácticas perjudiciales y sobre propuestas para luchar y combatir el fraude y la evasión fiscales.

    El desarrollo de una base común para el impuesto sobre sociedades podría ser una vía que, no incidiendo en los ingresos, asegure la coherencia entre los sistemas tributarios nacionales, respetando las estrategias tributarias nacionales, y contribuya a la sostenibilidad fiscal y la competitividad de las empresas europeas.

    La Comisión se propone presentar una propuesta legislativa relativa a una base común consolidada del impuesto sobre sociedades en las próximas semanas.

    La política tributaria es sin duda algo que debería estar mucho más unificado, de tal manera que la unión europea funcionase como una verdadera unidad, sin hacerse la competencia internamente, y eso debería ser extensivo incluso al interior de cada estado, igual que no hay justificación para que en unas comunidades haya unos impuestos que se han eliminado en otras, (por ejemplo los relativos a herencias), no es de recibo que en unos estados haya unos impuestos diferentes que en otros, si se pretende funcioner como una unidad, la unidad ha de serlo al mayor número de niveles posible, siempre puede haber una horquilla, pero esta no debe ser tan amplia como para que en unos paises se pague casi el doble de IVA que en otros (por poner un ejemplo), lo mismo que no es de recibo que alguien que hace el mismo trabajo en Portugal o en Alemania, con las mismas habilidades y los mismos requerimientos, cobre más del doble en un sitio que en otro.

    Conclusiones

    Como ya decía Remo en su artículo “Negarnos al pacto del euro es negarnos a Europa”. Estamos de acuerdo en que hay que tomar medidas, pero las medidas no deben tener el foco en el corto plazo, en la salida inmediata, porque eso sólo nos hará retroceder, esas medidas, que ya está aplicando Alemania, con todo lo referente que es, están provocando descontento en su población, la gente no quiere recortes sociales, no quiere trabajar más años para cobrar menos (si llega a cobrar, cosa bastante poco probable aplicando un sistema que mira sólo a lo que tiene a una semana vista)

    No es operativo trabajar para que el 10% que acumula el 90% de la riqueza, se convierta en el 9% acumulando el 91%, el camino es buscar que el 90% de la gente consiga acumular el 15%.. y luego el 20% de la riqueza, porque quien sostiene el sistema, cualquier sistema, a largo plazo, no es el 10% ni el 20% de la población, es el resto. Empobrecer a la población puede servir para que unos pocos de esta generación se hagan muy ricos, pero esa riqueza no servirá para que sobrevivan ni siquiera sus descendientes, como esto siga a este ritmo.

    Más Información | Attac, Democracia Real Ya y Politikon

    En El Blog Salmón | La plana mayor europea aprovecha el foro económico de Davos para reivindicar la importancia del euro, Burbujas y pánico, el colapso del sistema

    Temas
    Comentarios cerrados
    Inicio