La gran purga que se viene para bares y restaurantes pasado el verano: "nuestra factura de la luz ha subido un 20% respecto a antes de la pandemia"

La gran purga que se viene para bares y restaurantes pasado el verano: "nuestra factura de la luz ha subido un 20% respecto a antes de la pandemia"
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En España hay unos 270.000 establecimientos de hostelería, según los datos de cierre de 2021. Si bien 2022 nos ha deparado una crisis inflacionista que no esperábamos que puede acabar en recesión y cambiar esa cifra. ¿Por qué? Porque el verano se acaba y puede que muchos de esos establecimientos tengan que bajar la persiana de forma indefinida.

Los costes de absolutamente todo han subido impulsados por los de la energía, la principal culpable de que lo demás escale. Por ello, y ante la previsión de un otoño/invierno complicado, los bares y restaurantes hacen cuentas para ver cómo pueden sobrevivir con la previsión de una reducción evidente del consumo.

¿Cuánto les ha subido el precio de la luz? ¿Y de lo demás? ¿Qué temen? Hemos hablado con algunos de ellos y nos cuentan varias cosas muy interesantes.

"O reducimos gastos o vamos a la quiebra"

Nos situamos en Ávila, una de las capitales de provincia menos poblada de España, con algo más de 50.000 habitantes. En esta ciudad los hosteleros están teniendo un buen verano con bastantes visitantes después del fin de la pandemia, pero saben que en invierno todo cambiará, pues el frío que corre en estos parajes y la crisis no invitan a visitar la ciudad amurallada.

En el Bar El Cruce, Luis, comenta a El Blog Salmón que los gastos fijos del bar (luz, agua, alquiler y personal) han subido respecto al año pasado alrededor del 15% "y gracias porque otros compañeros lo han pasado peor, nosotros tenemos mucho cuidado con el gasto que hacemos y no dejamos cámaras encendidas si no están llenas y nos ahorramos bastante en aire acondicionado porque no abrimos en las horas de más calor del día y solo ponemos el aire acondicionado cuando en la calle hay más de 30º, que no es muy habitual en Ávila".

De cara a este invierno, prevé que pueda tener que mandar al paro a alguno de sus camareros e incluso cerrar algunos días en semana, pero cree que podrá hacer frente a ello ya que durante la pandemia se preparó para este tipo de situaciones.

El Hotel Fontecruz es uno de los hoteles más grandes de Ávila y ha sufrido especialmente la pandemia, ya que ha estado casi dos años cerrado y este mes de abril abrió de nuevo sus puertas. Con nuevas reglas de juego económico. "Este año se nos acabó el contrato que teníamos por cinco años con Endesa; ahora estamos con Iberdrola, y efectivamente el coste energético ha subido", relata Esther, su directora. Bien es cierto que no tanto como podría ser ya que este hotel cuenta con spa, el cual permanece cerrado. "El spa es lo que más energía consume de todo el hotel, por lo que si lo tuviéramos abierto el gasto en luz se habría multiplicado por 2 o 3. Estimamos que la subida total que notemos sea del entorno del 18%", indica la directora.

El Bar Las Vacas es un negocio familiar de los más conocidos en Ávila. Javier, de la segunda generación de la familia, nos cuenta que su gasto en luz y demás ha crecido un 20% respecto a antes de la pandemia. "Y no hablamos solo de luz, es que ha subido todo, los productos, etc", asegura. Así, ellos han tenido que subir precios y reducir gastos, "porque es eso o ir a la quiebra". En este establecimiento han incrementado 20 céntimos el precio de las consumiciones por el momento. El Hotel Fontecruz, que también tiene restaurante, ha subido el menú de 18 euros por persona a 24, al igual que ha sucedido con la bebida, "porque si no es imposible hacer números ya que los proveedores han subido sus costes igualmente, va todo en cadena", señala Esther.

La situación es tal que en el Bar El Fresno lleva un año esperando a que alguien lo gestione. Se trata de un bar del Ayuntamiento que sale a concesión, pero esta lleva ya un año desierta porque nadie quiere hacerse cargo de él por los gastos que supone. En algunos pueblos de la provincia para poder abrir los bares municipales tienen que dar alojamiento gratis a quien quiera gestionarlos pero ni aún así se consiguen ocupar.

En este caso sumamos la despoblación de la España interior al aumento de los costes de todo, lo que augura un invierno muy duro a la hostelería. ¿Estará abierta al año que viene al mismo nivel que este 2022?

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