Ucrania y Rusia no son una excepción: todas las veces en la historia que países en guerra siguen comerciando entre ellos

Ucrania y Rusia no son una excepción: todas las veces en la historia que países en guerra siguen comerciando entre ellos
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Si pensamos en dos países en guerra lo normal es asumir que no comercian entre sí. El comercio depende del buen entendimiento y la buena fe y una guerra es precisamente lo contrario. Sin embargo a veces la realidad contradice la intuición.

Por ejemplo se ha reportado que Rusia sigue pagando a Ucrania, de forma puntual, por que su gas atraviese el país a través de gaseoductos. Y las tropas rusas (y las ucranianas) están respetando escrupulosamene esta infraestructura.

¿Es esto normal? Dos países en guerra, una guerra muy cruenta por lo que nos dicen las noticias, pero que siguen comerciando entre sí, respetando de forma exquisita los contratos que rigen este tipo de comercio.

El comercio entre Rusia y Ucrania

Si lo pensamos fríamente, en el caso de Ucrania y Rusia tiene sentido. A Rusia le interesa encarecidamente seguir vendiendo gas a Europa y una de las formas de hacerlo es a través del gaseoducto que atraviesa Ucrania. Sin el dinero de estas exportaciones es complicado continuar con la invasión.

Por otro lado a Ucrania también le viene bien seguir recibiendo pagos de Rusia por el uso del gaseoducto. De interrumpir su uso dejaría de recibir dinero que también tiene que financiar la guerra y por otro lado Rusia podría buscar otras formas de exportar gas a Europa (el todavía no inaugurado Nord Stream 2 o barcos con gas licuado). También Ucrania podría perder el favor de algunos países europeos si se cortara el flujo de gas.

Pero, ¿es habitual este escenario? ¿Es normal que dos países que combaten entre sí de forma directa sigan manteniendo comercio entre ambos o lo normal es que se corten todo tipo de relaciones entre ambos países? Lo cierto es que hay quien ha estudiado el asunto y el caso de Rusia y Ucrania no es tan raro.

Comercio entre países en Guerra

Existe un artículo científico sobre el tema, publicado por el MIT, y la realidad es que los países que tienen una guerra abierta entre ellos suelen mantener cierto tipo de comercio. A veces incluso de forma intensiva.

Un caso significativo es el de la Primera Guerra Mundial, donde había muchos países en Guerra entre sí. Sin embargo nada más comenzar la Guerra el Reino Unido prohibió exportar a los enemigos únicamente el 20% de sus productos. Y siguió comerciando con ellos hasta el final de la Guerra.

Pero no es el único caso en el que ha sucedido esto. En la Guerra entre India y Pakistan (1947-49) hubo comercio entre ambos bandos, así como la guerra de independencia de Bosnia (1992) siguió habiendo comercio entre Yugoslavia y Croacia.

No siempre sucede esto. En algunas ocasiones el comercio se detiene abruptamente, como entre el Reino Unido y Argentina en la guerra de las Malvinas (1982) o en la Guerra de Kargil ente India y Pakistan (1999).

En otras ocasiones el comercio sigue fluyendo hasta que la guerra llega a cierto punto y se detiene por completo, como en la segunda guerra de Ogaden (1977–78) entre Somalia y Etiopía. Lo cierto es que en todas las guerras hay una evolución del comercio entre los contendientes, y cuanto más larga se hace más bienes se ven sometidos a prohibición.

Lo normal es que nada más comenzar la contienda se prohíban las exportaciones de bienes finalizados, pero no tanto de bienes intermedios o materias primas (excepto las de uso exclusivo militar). Al final los Estados tienen un compromiso entre seguir manteniendo ingresos para financiar la guerra y no ayudar al enemigo en sus esfuerzos militares.

Por tanto mientras que la invasión de Rusia sea corta y se resuelva rápidamente seguramente el gas seguirá fluyendo a Europa por el gaseoducto ucraniano, pero si se alarga quizá Ucrania (o Rusia) decida cortarlo para no seguir ayudando al enemigo.

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