Ayer martes venció el plazo de las negociaciones sobre de subsidios directos e indirectos a la fabricación de aviones comerciales que estaba llevando adelante Estados Unidos y la Unión Europea.
Airbus, por Europa, y Boeing, por Estados Unidos, son las partes comprometidas. El plazo de las negociaciones duró tres meses y el tiempo, luego de presiones de ambas partes, ha sido desperdiciado porque ahora tanto Boeing como Airbus, en materia de los subsidios en cuestión, quedan sometidas al destino que fije la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las acusaciones van y vienen: mientras la Comisión Europea dice que Estados Unidos otorga facilidades tributarias a Boeing, Estados Unidos sostiene que la UE concedió a Airbus US$ 15.000 millones en asistencia financiera para desarrollar nuevos modelos.
Se estima que miles de proveedores de partes y servicios de todo el mundo se verán afectaos por el choque EEUU – UE. Ahora todo está en manos de la OMC. Y de quién más y mejor logre influenciarla, por supuesto.
Vía | Mercado