Fijos discontinuos: el segmento que no tiene en cuenta el Gobierno en las cifras de desempleo, ¿600.000 parados más?

Fijos discontinuos: el segmento que no tiene en cuenta el Gobierno en las cifras de desempleo, ¿600.000 parados más?
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Diciembre se cerró con un incremento de 46.000 personas fijas discontinuas, es decir, que mantienen un contrato indefinido con una empresa durante un período concreto del año, pero que no están trabajando. De este modo, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en España ya hay 622.184 trabajadores en esta situación.

Pero a pesar de los datos negativos de crecimiento experimentados durante el último trimestre del pasado año, el Ejecutivo intenta camuflarlo y deja a este segmento poblacional en un ‘limbo laboral’, ya que no ofrece datos exactos de cuántas personas con contrato fijo discontinuo se encuentran en realidad paradas.

Sería sencillo analizar cuántos realmente están desempleados, pues bastaría con ver cuántos se inscriben en el SEPE buscando otro trabajo, recibir una formación o cobrar una prestación por desempleo si han cobrado lo suficiente. Son demandantes de empleo con relación laboral.

¿Pero, tiene el Gobierno en cuenta a quienes no se inscriben en el SEPE y están parados? Si se tuviesen en cuenta a éstos las cifras de paro serían mayores. Además, de este grupo habría que descontar también a todos los afectados por un ERTE, que siguen siendo unas 20.000 personas, según datos de la Seguridad Social.

Por consiguiente, son 46.000 fijos discontinuos más que en noviembre y el doble que en septiembre. La situación se agrava incluso si se compara con diciembre de 2019, en la que el número de demandantes con relación laboral era de 301.316.

Antecedentes

La situación tan crítica que atraviesa este segmento laboral no se vivía en nuestro país desde la crisis financiera de 2008. En octubre crecieron en 157.718 los demandantes de empleo con relación laboral y en 114.469 en noviembre, cerrándose noviembre con 575.746, por lo que las cifras de fijos discontinuos inactivos al cierre del año superaría con creces los 600.000 de los que hablaba el Gobierno.

En los datos expuestos por el Ministerio de Trabajo el pasado 10 de enero, el número de demandantes de empleo nuevos fue de 31.227 personas, los cuales pueden atribuirse en gran medida a la contratación fija discontinua.

Un problema latente para el Gobierno

El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que preside Nadia Calviño, ha reconocido públicamente en rueda de prensa que los fijos discontinuos están influyendo muy negativamente en las cifras de paro registrado, pero no se aportan datos exactos.

La reforma laboral que idease la vicepresidenta Yolanda Díaz obliga a las empresas a sustituir los contratos de corta duración por modalidades indefinidas, de tal modo que muchas están optando por contratos fijos discontinuos, lo que ha provocado su incremento en un 782%.

¿Son reales las actuales cifras de desempleo en España?

De este modo, aunque los empleados estén vinculados a una empresa no están ni trabajando ni cobrando un sueldo y para las estadísticas del SEPE no cuentan como parados, sino como demandantes de empleo con relación laboral. Por tanto, los fijos discontinuos podrían ser ese ‘cajón de sastre’ al que el Gobierno manda a los desempleados para que no cuenten en las cifras oficiales del paro.

Dentro de la categoría de demandantes de empleo no parados el Gobierno reconoce no solo a los fijos discontinuos, sino también a los afectados por un ERE, a los ocupados que buscan un empleo mejor, a los trabajadores eventuales agrarios subsidiados (TEASS), a los demandantes de empleos específicos y a aquellos con baja disponibilidad para el empleo.

El informe que creó la alerta en el Gobierno

Sería en diciembre cuando el Ministerio de Asuntos Económicos comenzaría a notificar la situación de los fijos discontinuos, pues era extraño que el paro cayese en meses como octubre cuando antes de la pandemia era tendente al crecimiento. ¿A que se debió?

Todo fue gracias al Informe publicado en noviembre por BBVA Research y la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que alertaron sobre esta distorsión. De este modo, demostraron que de haberse contabilizado durante los meses de octubre y noviembre el número de fijos discontinuos inactivos como parados, el signo de la variación mensual habría cambiado. De este modo, en lugar de haber caído en 43.727 personas habría crecido aproximadamente en el mismo número.

Por todo ello, ambas instituciones decidieron crear un nuevo indicador; ‘paro efectivo’. De este modo, de haberse sumado el número de fijos discontinuos inactivos, 2022 se habría cerrado con 3,44 millones de parados, y no con 2,84 millones como comunicó el Ministerio de Trabajo.

Ante esto, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez, se defendió asegurando que el dato de fijos discontinuos inactivos no ofrecía suficiente garantía estadística, pero ‘que lo estaban depurando’. A partir de aquí, la vicepresidenta Díaz habría dado la orden de crear una nueva estadística.

La situación de los contratos fijos discontinuos es realmente compleja, ya que ofrecen más seguridad al trabajador que una sucesión de contratos de corta duración, pues puede mantener en todo momento su contrato y tener derecho a una indemnización por despido mayor. No obstante, al final acabaría trabajando menos horas que con un contratado indefinido convencional y por ende con menor remuneración anual.

Esto sumado a que las empresas pueden suspender, sin límite de tiempo, la indemnización de los trabajadores, genera un problema mayor. Por tanto, queriendo reducir el número de contratos cortos temporales el Gobierno ha provocado el engaño en las cifras reales de desempleo y una situación crítica casi anual para miles de familias.

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