¿Es el problema habitacional algo circunscrito a nuestro país? ¿La juventud española es la única que no puede emanciparse y volar del nido? Lo cierto es que no: los precios de la vivienda han aumentado más de un 50 % en menos de una década. ¿En España? Sí. ¿En toda Europa? También.
Sin embargo, los incrementos en el precio de la vivienda se mantienen desiguales, con variaciones menores en Finlandia, Chipre o Italia, e incrementos de más del 100 % en Portugal, República Checa o Lituania. ¿La media europea? La vivienda se ha encarecido más de un 48 % entre 2015 y 2023. En España, casi lo cuadramos: 47,7 %.
El precio de vivir
La vivienda no está a precios asequibles en Europa. En España, tampoco. Los hogares de siete de las grandes ciudades españolas dedican más del 40 % de sus ingresos a la vivienda, con un esfuerzo hipotecario o de alquiler que ronda entre el 45 % y el 35 % en Palma, Barcelona, Pamplona, San Sebastián,Valencia, Málaga y Madrid.
A nivel europeo, la cosa no está mejor. De media, el precio de la vivienda se ha duplicado en menos de una década, con explosiones en Hungría (un piso es un 173 % más caro), Lituania (114,2 %), República checa (111 %), Portugal (105,8 %) o Polonia (79,8 %).
Las economías europeas más fuertes, a excepción de los fineses (5,4 %) que han podido moderar estas subidas, han sufrido reveses similares: Francia (31,3 %), Alemania (48,8 %) o Países Bajos (83,3 %).
Estos solo son algunos datos, pero la lista completa muestra la misma tendencia preocupante. Toda la vivienda europea es hoy mucho más costosa que hace 10 años.
Impresionante gráfico de uno de los grandes problemas económicos y sociales en la UE (y en España): los precios de la vivienda han aumentado casi un 50% en nueve años.https://t.co/YhCGa2g5dn pic.twitter.com/3s78JgGTh7
— Juan Luis Jiménez (@JuanLuis_JG) November 10, 2024
Menos pisos, más caros
Según datos del Parlamento Europeo, las principales causas de los incrementos se relacionan con costes más altos de construcción y de hipotecas; a su vez, se han reducido el número de viviendas construidas (la oferta es más limitada) y hay un aumento de propiedades en manos de grandes tenedores.
De este modo, solo en España, los grandes tenedores acumulan más de 110.000 viviendas (un 5 % del mercado) entre firmas como CaixaBank, Blackstone y otros, y un 10 % de propietarios con más de 3 viviendas en propiedad, lo que se traduce en una notable presión en las grandes ciudades.
De igual modo, el alquiler en la Unión Europea ha aumentado, de media, más de un 18 % entre 2010 y 2022, en gran parte a causa de la retirada de propiedades para el alquiler de larga duración (a menudo, reconvertidas a propiedades vacacionales o de temporada).
Emanciparse, ¿sin ingresos?
Un gráfico, a menudo, se explica mejor con otro gráfco. En este caso, la edad media española en la que los (ya no tan) jóvenes dejan el hogar familiar, que ya ha alcanzado los 30,4 años, y se entiende mejor si se compara con los ingresos de la gente joven.
La tasa de paro juvenil en España es el doble que la media mundial. Con una tasa de desempleo juvenil del 28,1 % en las mujeres y el 13,1 % en hombres menores de 25 años. En España, de media, nos encontramos en el 26,6 %. Según estos datos, se advierte una importante desigualdad por regiones también, así como una afectación clara por la automatización de empleos y la inteligencia artificial.
Otro gráfico interesante en el enlace https://t.co/jA9VRPUsM8 pic.twitter.com/MaQybcCQc4
— Jon González (@Jongonzlz) November 10, 2024
Para los menores de 25 años, además, en Cataluña (una de las regiones con menos paro juvenil: 6 %), se calculan 16.333 euros anuales (brutos) para los hombres y 13.751 euros anuales (brutos) para las mujeres.
Con este cóctel encima de la mesa, no es extraño esa edad para la emancipación (30,4 años). Mal de muchos... ya se sabe, además, e Italia (30 años), Bulgaria (30 años), Grecia (30,6 años) y gran parte del sur de Europa mantiene una edad similar para volar del nido. Lo mismo ocurre en Irlanda (28 años).
El norte de Europa, en cambio, con especial incidencia en Suecia (21,8), Finlandia (21,4) o Alemania (23,9), entre otras regiones, se emancipa mucho más pronto.
Desde el Parlamento Europeo, en 2021 se aprobó una resolución pidiendo a los países de la UE reconocer la vivienda adecuada como un derecho humano fundamental. ¿El objetivo? Acceso igualitario a viviendas con conexión a agua potable, saneamiento adecuado y energía confiable.
En julio de 2024, Ursula von der Leyen, tras su reelección como presidenta de la Comisión Europea, destacó la vivienda como una prioridad, y se nombró un comisario dedicado a este tema por primera vez.
¿Vienen cambios? Está por ver todavía.