Hay muchas razones por qué empresas quieren ser bien vistas. Algunas veces es que los directivos tienen ese afán de hacer bien y otras es que es bueno para el negocio. En el contexto del segundo caso, una empresa que es bien vista se beneficia de muchas formas.
Los clientes responden bien a una empresa que es bien vista y eso repercute en mejores ventas y en clientes más fieles a la empresa y a sus marcas. Los reguladores y los gobiernos responden bien también que, en momentos difíciles o cuando están tomando decisiones que pueden impactar a la empresa, esta actitud puede ser muy importante. Los accionistas de la empresa también responden muy bien a empresas que están bien vistas y genera más interés inversora, con el resultante incremento en el valor en bolsa de la empresa.
Al entorno de la empresa, la sociedad, medios, etc. también le gusta, creando un ambiente positivo para todo lo que rodea la empresa. Finalmente, y quizás lo más importante, a los empleados les encanta trabajar en empresas bien vistas, por muchas razones, personales y profesionales, como ya hemos hablado en estas páginas. Sin olvidar de los peligros y los costes de la alternativa.
Este último es el enfoque del artículo vinculado, y nos dicen que una empresa bien vista cumple con las cinco dimensiones claves, que son las siguientes:
- Tipo Boy Scout; amigable, agradable, orientada a la familia, cooperativa, limpia y honesta
- Innovadora; interesante, apasionante, única, creativa y original.
- Dominante; exitosa, popular, ocupada y activa.
- Ahorradora; bajo presupuesto, baja clase, simple, descuidada y pobre.
- Con estilo; estilosa, de moda, moderna y al día.
Yo entiendo a los clientes, a los reguladores y gobiernos, a los accionistas, al entorno y a los trabajadores, a mi me gusta trabajar en una empresa bien vista. ¿Y a ti?
Vía | Knowledge@Wharton
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