Tesla parece que tiene serios problemas con la producción de su nuevo coche, el Model 3. De momento Tesla está prometiendo más de lo que es capaz de dar, llegan las fechas de entrega y los coches no están saliendo de la fábrica al ritmo que se esperaba.
Después de haberse presentado con bombo y platillo, el coche en marzo de 2016, apenas entregó unas 30 unidades a empleados seleccionados en julio. Desde entonces en el tercer trimestre del año sólo ha sido capaz de fabricar 260 Model 3, deberían de haberse producido 1500. Hay modelos de Ferrari que se producen en series más grandes. Ahora tener un Model 3 es más exclusivo que un Ferrari 488, porque este se lleva produciendo a buen ritmo desde 2015.
Cuellos de botella en la producción
Si vemos ciertas noticias, cualquiera diría que a Tesla no le va mal la fabricación del Model 3. Están viendo subcontratar la producción en Europa a Magna, un fabricante austriaco que fabrica para otras marcas como Mercedes, BMW o Jaguar. Además tiene un acuerdo para abrir una fábrica en China, desde la que abastecer este mercado. Cualquiera diría que le va mal.
Pero en realidad por parte de Elon Musk se habla de cuellos de botella en la producción y también de un infierno en la producción. En la práctica lo que vemos es que se está fabricando una pequeña parte de lo que debería de haberse fabricado.
Fijémonos en la foto del Model 3 que acompaña esta entrada. Destaca especialmente ese parabrisas que se extiende y se une con la luna trasera. No hay prácticamente ningún coche en el mundo que lo tenga, entre otros motivos porque es extremadamente complicado de fabricar, no me extrañaría que ese trecho supusiera un problema de producción.
No obstante, si el plan de Tesla era aprender de los modelos más caros para fabricar el de “consumo masivo”, uno se pregunta dónde está el Know-How. Porque si se ha filtrado que un proveedor ha visto su pedido recortado un 40% desde diciembre, hay serias dudas sobre que Tesla vaya a ser capaz de ser capaz de fabricar los 20.000 mensuales que se consideraba. ¿Se están acumulando componentes sin usar en la fábrica de Freemont tal vez?
Producir medio millón de vehículos anuales en una fábrica no es algo fácil, como saben en Nissan. Esa es la cifra que producen en su fábrica de Tennessee en la que se fabrican una docena de vehículos y se considera una de las mejores del mundo. En la fábrica de Tesla que en su momento fue de Toyota y General Motors, nunca llegaron a fabricar esa cantidad de coches, superando algo más de 400.000 unidades anuales.
Además Tesla no tiene una producción convencional. Por ejemplo los asientos del Model X los fabrican ellos, prescindiendo de los proveedores. Además está despiendiendo a cientos de trabajadores tras las evaluaciones mientras que los directivos se están yendo de la empresa. ¿Seguro qué todo va bien? ¿Y ese Know-How obtenido del Model S?
¿Conducción autónoma? ¿Qué es eso?
Una de las ideas del Model 3 es que estuviera equipado con conducción autónoma, algo que Elon Musk había prometido para mediados de 2017 como muy tarde. Estamos en la recta final del año, y a los compradores se les está ofreciendo por 8.000 dólares el hardware en sus vehículos, pero todavía no hay un software que lo mueva.
Eso sí, los consumidores por su parte se empiezan a sentir decepcionados por haber pagado por una funcionalidad que no acaba de llegar, y puede que no llegue nunca.
Mientras tanto, otros fabricantes como Cadillac ya ofrecen funcionalidades cercanas. Y los que no lo tienen, están trabajando en ello o incluso puede que simplemente opten por asociarse con Waymo (de Alphabet, el holding dueño de Google). Incluso hay quien cree que aunque Tesla comenzó antes la carrera por el coche eléctrico, ya hay fabricantes europeos adelantados, principalmente Renault y la alianza Renault-Nissan que son los que consiguen más patentes y que ya tienen coches eléctricos asequibles en el concesionario, sin largas listas de espera.
Bajo la luz de las últimas noticias, cabe preguntarse si Tesla está ganando el futuro, o simplemente está prometiendo algo que no acaba de conseguir entregar, mientras que quema efectivo. Es cierto que ha sido un gran revulsivo en la industria del automóvil, incluso de la movilidad en general, pero como empresa cotizada tiene que presentar resultados trimestralmente.
Y los inversores puede que sigan apoyando a Tesla, pero en su mercado nativo, la realidad es tozuda, los compradores de coches prefieren SUVs y Pick Ups, donde los fabricantes hoy en día verdaderamente ganan dinero. Si el año pasado se vendieron 84.000 model S y Model X, sólo Ford ha vendido 658.636 F-Series en los primeros nueve meses de este año. En Julio Elon Musk mismo dijo que para expandirse podría acabar haciendo una ampliación de capital próximamente. Si la producción del Model 3 que es esencial para la supervivencia de la compañía no acaba de arrancar al ritmo deseado, es muy probable que el fabricante de Palo Alto necesite más dinero de los inversores para seguir adelante.
Me pregunto si los inversores aceptarán poner más dinero a un visionario, que cada vez parece más disperso entre sus empresas: Tesla, SpaceX, el Hyperloop y su nueva empresa de túneles: The Boring Company.
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