¿Por qué son cruciales las elecciones europeas?

¿Por qué son cruciales las elecciones europeas?
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Cada cinco años, los ciudadanos de la Unión Europea eligen quién les representa en el Parlamento Europeo, la institución elegida directamente que defiende sus intereses en el proceso de toma de decisiones de la UE.Las próximas elecciones europeas se celebrarán del 23 al 26 de mayo de 2019 (en España acudimos a las urnas este domingo).

A pesar que tienden a considerarse unas elecciones irrelevantes, con una baja participación, lo cierto es que su resultado tiene un impacto directo en nuestra vida. Se debe decidir cómo actuará Europa en los próximos años para abordar sus preocupaciones sobre el papel de la soberanía de los estados miembros, los desafíos económicos, la inmigración y el cambio climático.

Mayor o menor soberanía de los Estados miembros

Estas elecciones son cruciales para el futuro de la Unión Europea ya que según las últimas encuestas estimadas, se valora que se produzca un fuerte avance de las fuerzas euroescépticas, hasta representar un tercio de la cámara resultante.

Tenemos varios debates en torno a la formación de la Unión Europea, pero el principal de todos, es abordar una mayor integración, es decir el traslado de competencias desde las soberanías nacionales de los países miembros, o bien echar marcha atrás en este proceso, hasta el extremo de pedir abiertamente la salida del país miembro.

Recordemos que estas elecciones se producen en medio de la dilatación de los tiempos para la negociación del Brexit. La primera ministra, Theresa May, hoy podría anunciar su dimisión tras las dos derrotas parlamentarias que se han traducido en una gran crisis política y, dado que el Reino Unido sigue siendo país miembro de la UE, se presenta a las elecciones europeas.

La UE reduce nuestra capacidad de tomar nuestras propias decisiones, es decir, la soberanía de los estados con la formación de instituciones supranacionales: el Parlamento Europeo, la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas pueden darnos órdenes a los países miembros

La soberanía nacional de los Estados miembros se ha visto fragmentada por la ampliación de la votación por mayoría cualificada y la disminución del ejercicio del veto nacional en el Consejo de Ministros. La votación por mayoría de votos -a partir de noviembre de 2014, el 55% de los Estados miembros y el 65% de la población de la UE- significa que los Estados miembros están cada vez más obligados a adoptar leyes a las que pueden oponerse.

Las competencias de la Comisión Europea, en particular, pueden considerarse como una limitación importante de la soberanía nacional. Desempeña un papel de liderazgo político y ejerce una influencia sustancial en los resultados de las políticas, especialmente en lo que se refiere al mercado único de la UE, una cuestión importante para España dado que es una economía abierta con el 33% de exportaciones sobre PIB.

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La ampliación de la función reguladora de la UE en el mercado único a otros ámbitos políticos ha ampliado las competencias de la Comisión, erosionando al mismo tiempo la soberanía de los Estados miembros, que han delegado su soberanía en la UE.

En España, existe una amplia aceptación por pertenecer a la UE y no se pone en riesgo su pertenencia por ningún político del presentado (ni tan siquiera la extrema derecha que representa Vox) eso sí, la discusión se centra en el grado de soberanía debemos asumir/ceder.

Economía: guerra comercial y el presupuesto de la UE

En un entorno económico en el que están surgiendo grandes bloques económicos, existe la percepción de que los tratados comerciales que se firman, deben negociarse ante posiciones de poder sólidas. Bajo ese razonamiento, pertenecer a un gran bloque comercial, como es el caso de la UE, concede más peso a los intereses de la unión.

El problema existente es que muchos pueden identificar que los intereses de la Unión y de los estados miembros pueden diferir entre sí, y por ello, sería mejor que fueran los propios estados miembros los que estuvieran capacidad negociadora sobre los tratados comerciales para ajustarse a los intereses nacionales y no a los comunitarios.

La reciente desaceleración en el crecimiento mundial y el comercio mundial, junto con la alta incertidumbre sobre las políticas comerciales, está afectando las perspectivas de crecimiento del PIB de la UE. El crecimiento del PIB descendió del 2,4%, registrado en 2017 al 1,9% en 2018 y se prevé que el PIB crezca un 1,4% en la UE este año.

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También existe la cuestión sobre la relación entre los contribuyentes netos del presupuesto de la UE frente a los beneficiarios netos. En estos años, hemos visto como los países ricos del bloque -Alemania, Francia, Reino Unido, Suecia, Holanda, entre otros- eran los pagadores del presupuesto frente a los países pobres que eran beneficiarios netos como Hungría Grecia o Lituania.

España ha sido beneficiario neto durante los últimos años. En el ejercicio pasado pagábamos 11.100 millones de euros al presupuesto de la UE pero éramos beneficiarios de 11.500 millones, con un beneficio de 400 millones. No obstante, a partir de este año, pasamos a ser contribuyente neto del selecto club.

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¿Cómo abordamos la crisis migratoria?

¿Debemos tomar un camino de apertura de fronteras o restricciones para las personas? Desde el punto culminante de la crisis migratoria en 2015, la UE ha implementado medidas para controlar mejor las fronteras externas y los flujos migratorios.

En 2015, más de un millón de personas que llegan a Europa por mar por la ruta del Mediterráneo central se ha convertido en la ruta más utilizada hacia la UE en los últimos años. Como resultado de esto, la mayoría de los inmigrantes del África subsahariana y del norte de África transitan a través de Libia en su viaje hacia Europa.

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Como dato, las llegadas irregulares a Grecia por tierra y mar superaron las 900.000 en 2015, once veces más que en 2014. Esto ha fomentado el desarrollo de redes de tráfico y contrabando en Libia. La UE ha tomado medidas concretas para abordar la situación migratoria en Libia y abordar las causas fundamentales de la migración en África.

En 2016, la cifra total se redujo significativamente, aunque todavía estaba en niveles más altos que en años anteriores; 387,895 inmigrantes irregulares llegaron a Europa por tierra y mar. Y, desde el 10 de diciembre de 2017, 176.452 habían llegado a Europa por tierra y mar, casi todos ellos viajando a lo largo de la ruta Central.

Hasta la fecha se han diseñado tres tipos de políticas para gestionar la inmigración:

  • El plan de reasentamiento de la UE 2015 para reasentar a 22.504 refugiados en dos años.
  • El plan de reasentamiento de 2016 para los refugiados sirios en Turquía. Con ello, más de 11.000 sirios han sido reasentados hasta ahora a través de este esquema a cargo de la UE por un importe de 3.000 millones inicialmentre asignados.
  • La recomendación de la Comisión Europea 2017 basado para que los estados miembros ofrezcan lugares de reasentamiento para 50.000 personas, para ser admitidos antes del 31 de octubre de 2019.

El cambio climático entra en campaña

En los últimos años el cambio climático ha ganado peso en la realidad europea hasta posicionarse como uno de los grandes temas de debate. Hasta el 77% de los votantes potenciales identificaron el calentamiento global como un "criterio importante" al decidir quién para votar en las elecciones.

Dentro del cambio climático está la cuestión energética. Y en este punto hay divergencias nacionales, por ejemplo, en España, los votantes consideran la energía solar como un tema electoral importante, mientras que los eslovacos también mencionan la energía eólica. Mientras tanto, los encuestados franceses tendían a identificar la agricultura orgánica y los pesticidas como su principal preocupación ambiental.

También el impacto de los altos precios de la electricidad y el gas, por ejemplo, se identifica como la principal prioridad ambiental en Polonia (86%), España (88%) y Bélgica (82%).

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Pero el problema ambiental más importante para los votantes es producir alimentos de una manera saludable y sostenible. Esta fue calificada como la principal emisión en Eslovaquia (87%), Austria (86%), Italia (85%) y Francia (81%), con una calificación promedio de 82% en los 11 países encuestados.

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