Venezuela se encuentra en medio de uno de los mayores desastres económicos de su historia. La inflación desenfrenada de más de 4.000% en el último año, la escasez de alimentos y medicamentos y la agitación política han dejado al país en un estado de incertidumbre constante.
En medio de esta crisis, el gobierno ha proclamado su nueva criptomoneda, el Petro, como una alternativa digital a su moneda física, el bolívar fuerte. Las criptomonedas han sido característicamente volátiles este año pasado, por lo que la idea de que el Petro puede mejorar una crisis económica arraigada en la volatilidad del bolívar parece, como mínimo, intrigante.
El Petro es la versión "revolucionaria" del Bitcoin en América Latina y se considera la primera criptomoneda soberana en el mundo. Está respaldada por activos petroleros y emitida por el Estado venezolano. Fue anunciado por el Presidente Nicolás Maduro en diciembre de 2017 y la preventa comenzó el 20 de febrero de este año.
A diferencia de la moneda oficial de Venezuela, el bolívar fuerte, el petróleo sólo existe vía online y no está regulado por el banco central. A diferencia de otras criptomonedas, como el Bitcoin y el Ethereum, el Petro está controlado por un gobierno, aunque no está claro qué entidad gubernamental específica es responsable de emitir la moneda.
¿Por qué Venezuela trata de impulsar el Petro?
Venezuela está en números rojos. En total, el país debe a acreedores extranjeros unos 60.000 millones de dólares. El país tiene poco menos de 10.000 millones de dólares en reservas de divisas, el nivel más bajo que el país ha visto en al menos dos décadas.
El pasado mes de noviembre, Venezuela entró en default restringido en noviembre, realizando pagos tardíos de capital e intereses para los bonos de PDVSA y títulos de deuda soberana. PDVSA es el número uno en deuda con Venezuela, propiedad de la controvertida petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA.
La moneda oficial de Venezuela, el bolívar fuerte, ha perdido casi todo su valor frente al dólar estadounidense este año. La economía del país ha caído en el caos en los últimos años debido a la caída de los precios mundiales del petróleo y al fracaso de la respuesta gubernamental a la crisis financiando su déficit con la impresión de moneda.
A principios de año, el tipo de cambio no oficial que la mayoría de los venezolanos utiliza se ha disparado desde los 3.000 bolívares por dólar hasta los 103.000 bolívares por dólar, un fenómeno que ha hecho que una caja de pasta de dos libras cueste alrededor de 50.000 bolívares, que es más del 40% del salario mínimo mensual.
Bajo el mandato de Maduro, la producción de petróleo en Venezuela ha caído a sólo 2 millones de barriles diarios y es poco probable que se recupere pronto. El gobierno ha intentado pero fracasó en otras estrategias para recaudar ingresos, como la venta de activos petroleros a Rusia.
Por otra parte, Estados Unidos, Canadá y la UE aplicaron varias sanciones contra Venezuela en los últimos años. Algunas sanciones impiden al país obtener préstamos para apoyar las inversiones que necesita la industria petrolera.
Otras sanciones apuntan a impedir que los dólares estadounidenses lleguen al país caribeño prohibiendo a las empresas y bancos estadounidenses que los manejen, haciendo que el comercio y las importaciones sean muy duros (básicamente se quedan sin moneda internacional, por lo que no pueden pagar).
Dada esta situación, y para obtener dólares, el Gobierno de la Maduro se sacó de la manga el Petro para captar dólares estadounidenses porque proporciona una vía alternativa para el envío de dinero, evitando las sanciones.
El Petro, el gran timo
El Petro podría ser la peor inversión de la historia. Ni siquiera hay un funcionamiento claro detrás de esta criptomoneda gubernamental. No se puede "minar" nuevos Petros resolviendo problemas matemáticos complicados en tu ordenador como es el caso del Bitcoin. Sólo se pueden comprar al gobierno venezolano. Y aunque es cierto que dice que va a establecer un sistema para cambiar esto, ni siquiera se explica como funcionaría.
Hay un dato interesante para el Petro, sólo se pueden adquirir si se tiene dólares, no bolívares fuertes, lo que significa que al pueblo venezolano no se le permite comprarlos. Eso se debe a que los años de privación han dejado muy pocos dólares para que los venezolanos pueden acceder.
A la postre, sólo se pueden usar Petros para pagar los impuestos en Venezuela. No sirven para nada más. Y eso crea una trampa muy deliberada: las únicas personas que pueden comprar petros no pueden usarlos, y las únicas personas que pueden usarlos no pueden comprarlos.
El Gobierno de Venezuela dice que valorará sus Petros a cualquier precio que calcule el petróleo mientras que los utilices para pagar impuestos. Lo que no hará, sin embargo, es darte su petróleo a cambio de ellos. Así que, si alguien pretende apostar por el precio del petróleo sólo funcionará mientras debas impuestos en Venezuela y creas que uno de los gobiernos que más vulnera los derechos de propiedad mantendrá sus promesas.
Tal y como está creado el Petro es para desconfiar ya que, en principio, la criptomoneda está respaldada por petróleo, no obstante, la Constitución de Venezuela se reserva la actividad petrolera para sí misma ¿Qué respaldo es ese? Si nos centramos en artículo 302 de la Constitución de Venezuela dice lo siguiente:
El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico. El Estado promoverá la manufactura nacional de materias primas provenientes de la explotación de los recursos naturales no renovables, con el fin de asimilar, crear e innovar tecnologías, generar empleo y crecimiento económico, y crear riqueza y bienestar para el pueblo.
Por esa razón, la Asamblea Nacional de Venezuela declaró que la criptomoneda Petro es inconstitucional. A pesar de ello, no parece que se vaya a echar atrás el proyecto de la criptomoneda, y que exista esta dualidad entre Gobierno y Asamblea Nacional como mínimo, transmite una falta de seguridad jurídica.
Es más, si algún inversor quiere exponerse al precio del barril del crudo vía el Petro, es mucho más sencillo y seguro adquirir un ETF, ya que en términos de liquidez le será mucho más sencillo encontrar contrapartida y no incurrirá en el riesgo político, por una criptomoneda vinculada a Venezuela.
Algunos inversores se sienten atraídos por el Petro
A pesar de todo lo comentado, de ser un activo que sería muy poco recomendable para invertir, lo cierto es que algunos se han interesado por el experimento del Petro. Según el presidente Maduro, el Petro había recaudado 3.000 millones de dólares en 171.015 compras certificadas, de inversores en 127 países.
Según la información publicada en la página web del vicepresidente del país, Maduro reveló además que 40,8% se ha ofrecido en dólares, el 6,5% en euros, el 18,4% en ethereum, el 33,8% en bitcoins y el 0,2% en yuanes.
Alrededor de 87.284 usuarios hicieron ofertas para adquirir petros, de los cuales 3.523 son empresas y 83.761 personas... 127 países han participado en la actualidad.Entre ellos se incluyen Afganistán, Albania, Alemania, Andorra, Angola, Antigua y Barbuda, Arabia Saudita.