Okupación: los Estados fallan cuando no cumplen sus obligaciones

Okupación: los Estados fallan cuando no cumplen sus obligaciones
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Cada poco tiempo surge de nuevo la polémica sobre la Okupación de las viviendas. Por un lado el PP y Cs llevan tiempo sacando el tema de forma periódica, prometiendo mejorar leyes, como están haciendo ahora. Por otro están los partidos del Gobierno, PSOE y Podemos, que sistemáticamente ignoran este tema declarándolo a veces de problema minoritario y que únicamente responde a los intereses de bancos y fondos de inversión.

Pero lo cierto es que el Estado no está atendiendo a sus obligaciones. Que haya grupos que se dediquen a desokupar viviendas es claramente un fallo del Estado. Y cuando los Estados fallan todos vivimos mucho peor.

Los datos

Actualmente existen en España unas 3,5 millones de viviendas vacías y unas 2,8 millones de viviendas en alquiler. En total 6,3 millones de viviendas que son susceptibles de sufrir una okupación. Los casos en la vivienda habitual son mucho menos frecuentes.

Según El Mundo, en unos datos que son difíciles de contrastar por medios oficiales, hemos pasado de tener unas 8.000 denuncias por okupación en 2013 a unas 14.000 en 2020 si seguimos al ritmo actual.

Si nos fijamos en datos oficiales podemos comprobar que las condenas (que no denuncias) por apropiación indebida (que incluye okupación pero también otros supuestos) han pasado de unas 2000 en 2013 a casi 7000 en 2017, aunque en 2018 se redujeron a unas 6.000. Es cierto que los datos no son comparables porque en 2016 entró una reforma del Código Penal y algunas faltas se convirtieron en delitos.

Por lo tanto, estamos ante un problema minoritario. En el caso más extremo, que de verdad haya 14.000 viviendas okupadas en España sobre un parqué de 6,3 millones de viviendas, estamos hablando únicamente un 0,22%. Y este es el primer argumento de quienes dicen que no es necesario modificar la ley, ya que para qué esforzarse en solucionar algo que apenas es un problema.

El cumplimiento de la ley

Sin embargo que un delito sea minoritario no es óbice para que el Estado actúe. Pongamos un par de ejemplos. En España hubo en 2019 332 homicidios frente a una población de 47 millones de habitantes. Una tasa bajísima.

Otro ejemplo, la violencia de género. En 2019 hubo 55 asesinatos y 168.000 denuncias. Sobre una población de mujeres mayores de 15 años de 21 millones de personas es una tasa muy baja.

Y sin embargo nadie en su sano juicio diría que no hay que hacer más para evitar los homicidios o la violencia de género. Incluso en el tema de este último caso, donde se dedican muchísimos recursos a unos dispositivos de prevención que apenas funcionan (no se ha logrado desde que existe la ley integral contra la violencia de género que bajen las muertes, por ejemplo) nadie ha dicho que no haya que dedicar esos recursos ahí. Si acaso existe un debate (bastante minoritario, por cierto) sobre si algunas de las medidas de dicha ley se saltan la presunción de inocencia.

Es decir, que un problema social sea minoritario no es suficiente para no dedicarle recursos, si es suficientemente grave. Así que los que indican que este problema no debe abordarse porque es minoritario lo que realmente quieren decir es que no es suficientemente grave. Seguramente piensen que ser propietario es algo de "ricos" y que no está mal que de vez en cuando los "ricos" también lloren.

Los bancos y fondos de inversión

Otro de los argumentos para no abordar en profundidad el problema de la okupación es que muchos propietarios de vivienda vacía o en alquiler son bancos y fondos de inversión.

Lo primero que hay que señalar es que en España existe la propierada privada y los legítimos dueños tienen sus derechos, incluso si son entes jurídicos. La propiedad privada y el imperio de la ley son fundamentales en las sociedades prósperas.

Los bancos muchas veces son blanco de las críticas pero casi siempre olvidamos su papel fundamental en el correcto funcionamiento de un país . Sin los bancos la economía no puede existir. Ya lo vimos en la crisis de 2008. Y si prestan dinero a través de una hipoteca tienen derecho a ejecutarla si no se paga.

El verdadero problema de los desahucios es que el Estado de Bienestar no funciona (de nuevo, el Estado falla). Y esto hay que cambiarlo. Y no puede ser que lo tenga que solventar el primero que pasa por allí, ya sea un banco o un particular que alquila un piso. Si los desahuciados no tienen donde vivir tiene que ser la administración quien lo solucione, con impuestos para todos, no por una lotería.

Luego están los fondos de inversión, a veces denominados fondos buitre. Pues bien, estos fondos dieron liquidez al mercado cuando nadie quería comprar. Salvaron a la administración, salvaron a bancos (que tienen nuestro dinero y permiten que la economía funcione). Y si hubo alguna venta fraudulenta, para eso están los juzgados.

Y no solo esto. Los Bancos y los Fondos conocen el problema y sus pisos están protegidos contra la Okupación, con puertas y cerraduras especiales. Hace años que no la sufren.

El fallo del Estado

Con todo esto llegamos a una conclusión. El Estado falla al proteger la propiedad privada. El Estado falla al no proporcionar viviendas sociales ya que lleva 60 años con una mala política de vivienda social.

Los Estados prósperos tienen capitalismo, respetan la propiedad privada y las leyes. Y luego tienen un Estado del Bienestar que protege a los que quedan atrás. Hay que mirar al norte de Europa, donde la prosperidad es la mayor del mundo, no solo por la riqueza sino por el reparto de la misma.

Por tanto sí que hay que mejorar los desahucios de los Okupas, tienen que ser rápidos, tienen que ser baratos y tienen que hacerlos el Estado, no grupos organizados rozando la delincuencia.

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